Las oyeron pasar toda la noche,
ninguna en mano,aves de voz oscura
como las alas de los cielos.
En tierra no entendieron el mensaje
de plumas y picos y patas
que adornaban orejas,
nariz y cuello del cacique.
Ahora el caudillo yace
desangrado entre espejos rotos
y voces de metal
que le suben por la garganta.
Genial Juan Carlos, me gusta mucho tu poesía, "aves de voz oscura como las alas de los cielos..." un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias, María.
EliminarPájaros de mal agüero. Potente, como siempre, con imágenes poderosa, vecino: "voces de metal que le sube por la garganta".
ResponderEliminarLo fueron para esos incultos salvajes a los que, después de diezmados, les enseñamos la lengua moviendo el hisopo.
EliminarGracias, Francisco.