6 de mayo de 2013
Paciencia
La arena de su tiempo
No deja de caer.
El suyo es un tiempo chiquito:
Acéptelo así, con paciencia.
Primero lo midió
por finales de mes.
Ahora se le agolpa
El fin de semana. Paciencia.
Piense en el gozo futuro,
Ese que está a la vuelta de la esquina,
Del mes, de la semana,
De explicarle a su nieto,
Desde el tajo o el despacho,
Cómo se calienta la leche,
Buena o mala, de cada día,
Mientras caen los granos postrimeros.
De cualquier manera, paciencia:
Antes que se vacíe la ampolleta,
Siempre hay un momento
En que usted puede arrepentirse
De haberse colocado
La soga en la garganta,
De saltar del piso impagado,
Y merecer la vida eterna.
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Terrible drama por el que está pasando muchísima gente.
ResponderEliminarSaludos.
Mucha más gente, si no pensamos solo en suicidios y desahucios.
EliminarNunca hemos sido los dueños de nuestro tiempo, otros lo administran en nuestro nombre, bailamos al son que nos tocan y a veces saltar por la ventana es el único gesto de rebeldía que nos queda. Yo sigo pensando que antes de saltar o de colgarse o de levantarse la tapa de los sesos... Hay otras opciones, como la de llevarse a alguien por delante.
ResponderEliminarEstamos llegando a una situación en la que la violencia se convierte en la única alternativa (que no solución). De momento son mayoría los que la aplican sobre sí mismos. Ya va siendo hora de cambiar esa tendencia
Más o menos.
EliminarMás que paciencia, es resignación, es el haber aprendido a no sobresalir, a no protestar, a que llamen "perroflautas" y "vagos" a los que salen a manifestarse. Antes temía una rebelión, ahora me temo lo contrario.
ResponderEliminarUn abrazo
Puede, mi(r)ja. No te falta razón.
EliminarEn cualquier caso, es "paciencia" la palabra que más se oye en ciertas bocas.
Dramático el tiempo que vivimos. No hay paciencia que valga después de muerto. Tiempos duros de ruletas rusas en que no sabemos dónde, o en qué recámara se encontrarán las balas.
ResponderEliminarDesde luego, Teresa.
EliminarAl fin y al cabo... Carpe diem.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas circunstancias pueden hacer muy duro ese camino, Javier.
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