Si a la soledad llena
otra soledad, si al deseo
otro deseo se desnuda,
no habitamos un tiempo
sombrío de relojes
insomnes, de copas de cieno.
Si a la voz la palabra
de otra boca sustenta
en la savia de la saliva,
si el ardor de otros ojos quema
la mirada, vivimos
las horas que no son tiniebla
de hoscos cuerpos febriles,
sorda señal de letra muerta.
Siempre queda un resquicio de esperanza, aunque sea entre universos solitarios. Los sentimientos y emociones se niegan a desaparecer. No todo está perdido. Bello y profundo poema. Parece salir del fondo de uno mismo.
ResponderEliminarhuifang12
En este caso, Teresa, el universo solitario busca algo más que el monólogo para entenderse, no sé si para completarse.
EliminarGracias por tu visita y por tus palabras.
Has regresado muy activo del puente, por lo que leo. Aunque también muy introspectivo. Bello, como siempre.
ResponderEliminarGracias, vecino.
EliminarTengo que decir que estoy sacando bastantes cosas del cajón. Me entretiene revisarlas.