Pero nadie sabe si espera
El ruido de una rama
Que reverdece,
La moneda del viento
Llamando a sus cabellos
Con su mano fraterna
O que se derritan los polos.
Lo han oído cantar
Quedo, y las hojas brotan
Y se vuelven lágrimas lentas
Con la lluvia que azota
Alguna puerta de tierra
Para encontrar un hueco
Junto a la lumbre.
Pero nadie sabe si son por él.
Lo han oído cantar
A voz en grito
Ante las peñas que caían
Y el fuego que abrasaba
Las notas y los ecos.
Pero nadie sabe si oye,
Por entre lascas y cenizas,
Su voz quemada.
Lo hemos oído cantar tantas veces que ya no sabemos si viene o va, si está o se queda... Que se manifieste pronto para poder empezar
ResponderEliminar¿Te refieres a eso que llaman 'pueblo'?
EliminarDemasiado bello el poema para una voz de cuyo cántico huyen los cuervos.
ResponderEliminarPido disculpas de antemano si no anduve receptiva con los versos.
La música, genial.
Gracias.
EliminarMe parece que, puesto que ahora soy un lector más de los versos, ese es el trasfondo. ¿Quién escucha el canto?