El ojo y el brazo de quien clamó, el 12 de octubre de 1936, según unos, por la muerte de la intelectualidad traidora, o por la muerte de la inteligencia, según otros, se ha convertido, por descuido o ardid de ABC, en una de las imágenes del 12 de octubre de 2012.
No ha habido esta vez un Pemán que califique a Cataluña y el País Vasco de “cánceres en el cuerpo de la nación”. En su defecto, se han oído o leído estos días expresiones como “disparate colosal” o “españolizar a los niños catalanes”. Esta segunda a más de un aficionado a las hemerotecas le ha traído recuerdos de las órdenes sobre enseñanza de la Junta de Defensa Nacional.
Quizá la inteligencia no sucumbió. Pero se puede sospechar que una parte de ella se puso al sol que más calienta, de cara o de culo. No cabe otro calificativo que el de “hipócrita” para titulares aparentemente inocuos que aluden a la falta de abucheos en el desfile de este año. Es de cajón imaginar que quienes abuchearon a Rodríguez Zapatero no harían lo mismo con Rajoy, al que seguramente han votado.
Volviendo a Manteca, la cabra de la Legión que porta los exvotos de Millán-Astray, no nos parece que haya sido traída a ciertos papeles como anécdota. Aunque Manteca no es la cabra de Amaltea, si uno de sus cuernos, pues en el otro resuena probablemente el “¡Viva la muerte!”, se rompiera y se transformase en cornucopia, vertería su caudal del lado de siempre, es decir, sobre las tribunas del desfile, empezando por Juan Carlos de Borbón. Este es el quid, señoras y señores, por mucha fiesta nacional con que se pretenda vestir.
¡Y ahí queda eso!!!
ResponderEliminarBravo Juan Carlos, besos y lindo doomingo
Gracias, Rosa.
EliminarSin duda que los que abachearon al uno no lo haría con el otro, pero además es que los que abuchearían al otro no son gentes de acudir a desfiles, que suponen, por definición, la negación de la razón y no solo de la inteligencia, sino de la libertad o, como diría un sacristán, del libre albedrío. Para hacer el payaso bastante tenemos con la fila del paro, que es más larga y más digna que las formadas por esos encefaloplanos a los que supongo que tienen hipnotizados con el vaivén de la borlita sobre sus ojos. Yo tengo para mí que allí una cabra y muchos cabrones.
ResponderEliminarEn eso son distintos unos y otros cierto. Sin embargo, mientras están prietas, y apretándose, las filas del paro, campan los cornúpetas y las filas no se mueven salvo para hacer bulto en el circo.
EliminarY es que estas cosas mandan, para qué nos vamos a engañar. Dónde esté un buen desfile que se quiten San Fermines, Diadas, Tomatinas, procesiones (bueno, éstas no, Dios me libre)y el Cristo que los fundó (esto tampoco ¡por Dios!). Y lo de la cabra...¡Qué me dicen! con el ojo y el brazo de aquél santo varón, a modo de pañoleta, oh!!
ResponderEliminarSobran santos varones como estos.
EliminarDesfiles como este se montan para juntar un rato a los que se agarran al candelabro.
Lo que mola y es en verdad fiesta nacional son los paseos de la Roja, sobre todo si gana campeonatos.
Se me olvidó decir que la música, escalofriante, genial!!
ResponderEliminarEs de esas cosas que se encuentran inopinadamente en la red. En este caso, los Journey con un plantel impagable de blueseros.
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