-Ketty: ¿qué haces?
-Aquí, con el Bubble Shooter, superando mi mejor marca. Es que quiero llegar a ministra...
-¡Ketty! Bueno, ponme deprisa con los mercados.
-¿Hipercor, Mercadona, Caprabo...?
-¡Qué graciosa! Con los otros. Esta situación es intolerable. Me van a oír.
-Ya estoy.
-¿Qué pasa?
-Comunica.
-Bueno, ¿y qué dicen?
-Ya sabes: pi, pi, pi...
-¡Un mensaje en clave!
-Espera: acaban de poner sintonía musical. Una de Gabinete Caligari.
-¿Cuál?
-Adivina...
-Uf. Me gustaban las más toreras. ¿"Sangre española” o “Que Dios reparta suerte”?
-Frío, frío...
-¿"La culpa fue del cha-cha-chá”?
-No.
-¿No serán tan cabrones de poner “Obediencia” o “Golpes”?
-Pues no. ¿Te rindes?
-Me ofendes: yo no me rindo; como mucho, reculo.
-¿Reculas, entonces?
-Vale; pero no se lo digas a nadie. ¿Cuál?
-“Mentir”.
Lo que hay que oir... que ver... que leer...
ResponderEliminarSaludos, amigo.
¿No te gusta el 'escristo'?
EliminarSí, es escristo, sí, jejeje
EliminarCon decir "lo que hay que..." ya vale jajaja
Eliminar"La culpa fue del cha-cha-cha" también habría sido apropiada...
ResponderEliminarSegún se mire.
EliminarLa culpa la tiene Kimiko Ishizaka por haberme provocado el apoyarme cómodamente en el alfeizar de esta ventana indiscreta e inducirme a leer sin prisas. Excelsa la simpleza de nuestro querido gobernante. Me han cautivado su inocencia e inquietud y, sobre todo, su temor a que se conozcan dichas virtudes.
ResponderEliminarDivertido y sagaz el escrito.
Gracias, Teresa.
EliminarEs lo malo o lo bueno que tiene la ficción: hasta un impresentable personaje real puede revestirse, aunque sea de modo irónico, de ciertas virtudes que, quizá, no posea en la realidad.
Si El libro gordo de Mariano sirve, por descuido, para dotar de humanidad a semejante esperpento, tendré que pensar seriamente en continuar o no la serie.
Nada mal lo que nos regala Kimiko Ishizaka, ¿verdad?
Pues yo me quedo con mi respuesta a este tipo de majaderías "hay que joderse"
ResponderEliminarMuy bueno el post Juan Carlos...
Un abrazo guapo!!!,
Gracias, Ross.
EliminarJodidos andamos, unos más que otros.