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23 de diciembre de 2010

Un tiburón en la piscina

Que no le hablaran de precariedad. Con el sueldo de Pedro, la indemnización y lo que cobrase del paro podían no sólo ir tirando, sino permitirse algún que otro caprichito hasta que encontrara un nuevo trabajo.

Laura no hacía daño a nadie mirándose las uñas de los pies pintadas, como los labios, de carmesí. Desde la tumbona al borde de la piscina, daiquiri en mano, no estaba dispuesta a renunciar a cosas como el club, en el que se hallaba a placer, en el que había conocido tantas personas agradables, de amena conversación y sonrisa pronta y franca, amiga de compartir gustos, experiencias y recuerdos.

¿Por qué no? Laura abandonó la tumbona, se desnudó y se arrojó a la piscina sin fijarse en el tiburón que dormitaba plácidamente en el fondo.

8 comentarios:

  1. Me gusta esta nueva línea de microrrelatos.

    Ah, por si las moscas, aprovecho para desearte felicidad para el 2011.

    Un saludo.

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  2. Que bueno!
    Yo me lance´a una piscina parecida y el tiburón me dio un buen bocado...pero me recuperé, más o menos y ahora me siento en el borde a ver como se tiran otros...:-P
    El vídeo de areolíneas...que recuerdos! :-D
    Salu2

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  3. Muy bueno, sí, estoy con el Dino. El asunto es que aunque no haya tiburón, muchos se ahogan solo con el agua de la piscina... Y si no se tiran a ella es el agua el que rebosa para atraparlos.

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  4. Pues me gusta a mi también esta nueva línea. Es breve y concisa. Y deja que discurra nuestra imaginación por esos mundos. Y por los nuestros, que a veces somos incapaces de soltar el lastre que nos pesa y nos va ahogando por dar cumplida cuenta de tan suculentos manjares a los que nos hemos abonado.

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  5. Es lo que tiene no tener precauciones.Deliciosos estos relatos cortos que dicen mucho en tan poco

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  6. Nueva, nueva no es: ya van para 16, Juanjo. Felicidades, también, para ti y los tuyos.

    Gracias, Markos, superviviente. El caso es que no me conformo con asistir a espectáculos así sentado al borde.

    Cierto, Francisco. Lo que dices me recuerda, por otra parte aquello de "ahogarse en un vaso de agua". Gracias.

    Manjares o falsas necesidades, Froilán. Gracias.

    Hay precauciones que tendrían que ser, más bien, abstenciones, . Gracias.

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  7. Maravilloso el microrelato. Y realmente demoledor.

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  8. Gracias, maño. La verdad es que le estoy cogiendo gusto a lo breve.

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