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5 de octubre de 2010

Las mejores manzanas podridas

Déjense de pamplinas. Platón y Aristóteles lo tenían más claro que todos ustedes: ni unos pocos escogidos por razón de fuerza o por el oscuro designio de dioses inexistentes, ni los más ricos, son los mejores. No es, por tanto, condición suficiente para bien gobernar, o pretenderlo, tener poder.

De modo semejante, producir beneficios no significa necesariamente crear empleo, ni toda riqueza es riqueza transitiva de la que se nutre o aprovecha un país.

Poderes fácticos como la prensa o la cabeza enmarañada del empresariado han estado vapuleando a los representantes de los trabajadores y a los trabajadores mismos, mientras han tratado con guante blanco a la cabeza vicaria del segundo. Ahora se anuncia el cambio de cabeza en una maniobra de afeite o maquillaje que a duras penas eliminará el hedor. Si Díaz Ferrán era lo mejor que tenían los empresarios, lo más representativo, el olfato, la inteligencia, o ambas cosas, les fallaron. Uno se pregunta, entonces, cómo puede ser lo peor.

Sacando del cesto las manzanas podridas, sin enseñarlo demasiado, no sea que se vea cuántas más hay, acaba de saltar a la palestra pública el caso de José de la Cavada, director de Relaciones Laborales de la cúpula (permítaseme la metáfora, pues también en los palacios infernales pueden imaginarse abovedamientos) empresarial, es decir, de la CEOE. La actuación de este señor puede entenderse como algo aislado, una manzana podrida de la que conviene deshacerse para que no contamine. Sin embargo, nada impide que se entienda como significativo y hasta sospechoso el hecho de que en la CEOE se sabía qué estaba el tal Cavada haciendo, más allá de proponer, como hizo en marzo, un contrato para jóvenes sin prestación por desempleo, cuotas empresariales o indemnización por despido.

Déjense de pamplinas, vayan a otro perro con el hueso. Dedíquense a sus negocios sin ponerse la máscara de salvapatrias. Nos apretaremos el cinturón, si hace falta, mientras las huelgas llegan tarde.

8 comentarios:

  1. Pues con post como este ya está todo dicho. Poco se puede añadir a la cordura, la inteligencia y el buen sentido.

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  2. Por un lado está la ley, lo que pactamos, lo que firmamos, lo que supuestamente sirve a todos los efectos... y de otro la realidad, que está llena de tapaderas y amaños, incluso entre los ponderados empresarios. Durante los últimos cuatro meses, he trabajado en una empresa de reconocido prestigio. Ni un día de descanso. Saben que no es legal, que no procede... pero, si lo quieres lo tomas...

    Visto el ejemplo que dan los que están en lo más alto, qué se puede esperar de quienes les encumbran y jalean...?

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  3. Me temo que los empresarios seguirán teniendo un líder que seguirá siendo un tendero de barrio con el peso trucado, para seguir estando a la altura de las circunstancias.
    Salu2

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  4. Estoy contigo y también con el comentario de Markos.
    Saludos.

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  5. Gracias, Dezaragoza, de parte de Luis.

    Froilán: amaños, sobre todo, entre los ponderados empresarios. De quien los emcumbra espero poco, aunque sí sabría decirte que me gustaría hacer con ellos. Ánimo en cuanto a lo demás: sé que no queda más remedio.

    Claro, Markos. Como no se va a notar... Y, de los que lo noten, gran parte querrá ser como ellos.

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  6. No lo digas muy alto, Juanjo: puedes ser señalado por radical y antisistema.

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  7. ¡Vecino, no pidas que aparten las manzanas podridas del cesto porque se quedará vacío! Lo mejor es tirar el cesto, con manzanas incluidas, al río Manzanares (juego de palabras)pero en su parte más profunda, así acabaremos con las cagadas, digo los Cavadas.
    Jolín, ahora recuerdo que yo le dediqué un post al señor Cagarro este hace un tiempo:
    http://elhombredelpiruli.blogspot.com/2010_03_05_archive.html

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  8. Noooo, vecino: intentaba decir algo parecido a lo que comentas. Habría que preguntarse cuántas manzanas sanas (aliteración ;D) hay. Aunque necesario es decir que el panorama, al otro lado, el de los trabajadores, tampoco me hace precisamente feliz.

    No recordaba el artículo. Repasándolo, hubo allí, aparte de tu escrito, intervenciones bastante interesantes.

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