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23 de febrero de 2010

Macarras


Si no fueran tan temibles

nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos
nos darían lástima.
Porque como los fantasmas,
sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas
la sábana.

(J.M. Serrat)


Hay que entender a algunos próceres. Produce mucho cansancio, mucho estrés, estar arrojando piedras por encima o por debajo de la tapia. Por eso no importa que quien se presenta no sólo como bueno, sino como el mejor, a veces no lo parezca, quizá porque no lo haya sido nunca.

Puede parecer accesorio, pero del no tan lejano “¡manda huevos!” de Trillo, pasando por los "cojones" de Arias Cañete, el “coñazo” del patriota Rajoy y el “hijo puta”, amén de otras documentadas y floridas lindezas, de la consorte Aguirre, se desemboca fatalmente en la peineta de Aznar, preferida a proferir, tal vez por temor, un "¡se sienten, coño!" remozado o embozado. Aznar ya tuvo ocasión de entrenarse con bolígrafo en escote ajeno y algún "coñazo" de añadidura en lo que alguno podría llamar majeza y no es más que zafiedad. La grosería del poder, o de quien cree que lo tiene, en un país en el cual la grosería no brilla por su ausencia.

Para decirlo en cristiano: sepulcros blanqueados que pintan sepulcros. Para decirlo en román paladino: macarras.

“Arrímate a los buenos y serás uno de ellos”, dice el refrán. Es lo que dijo Antona Pérez a su hijo Lázaro cuando lo dejó encomendado a un ciego. Lázaro, ya saben, acabó arrimándose a la arrimada de un arcipreste.

Conste que podríamos ir a otras alforjas para encontrar, por ejemplo, el “gilipollas integral” de Bono o el “tontos de los cojones” de Pedro Vázquez. Pero ya basta.

Macarras...


3 comentarios:

  1. Si los macarras volasen, en esta país no veríamos mucho el cielo, jejeje

    Saludos amigo.

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  2. Y hay otro macarrismo, como el de Francisco Camps con su insultante declaración de bienes. Buscan alejar al ciudadano de la polítca porque saben que esa es la mejor forma de que todo el cortijo se quede para ellos solos

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  3. Juanjo: no sé si será por culpa de los macarras, pero ahora en Madrid lo que se ve en el cielo son muchas nubes.

    Francisco: puede ocurrir que sea verdad lo que dice Rafael Blasco, portavoz del PP en el parlamento valenciano. Pobrecitos: con la crisis por medio no pueden hacer otra cosa que mantenerse en el sillón, pese a que no consigan ahorrar. Se puede pensar, además, que Camps tenga vicios (la farlopa, por ejemplo) o virtudes (dona parte de su sueldo a la Iglesia y lo demás para comer, puesto que los trajes se los regalan) ocultos.

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