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15 de octubre de 2010

La ley del péndulo o vivir del cuento

Hay cosas que no cambian, como la ley del péndulo. Mas, en España, las oscilaciones, que en poco se parecen ya a la yenka, son muy pequeñas.

La cuerda del péndulo tiene un nudo atado, y bien atado, desde, por lo menos, la invención de este cuento del que viven unos cuantos y que otros más creen a pies juntillas.

En el nudo, y en el cuento, se sostiene, dicen que para suicidarse, Zapatero. Al cuento, y al nudo, se agarra, dicen que sin programa, Rajoy. Mas parece que las oscilaciones de ambos responden a un impulso semejante, quizá impuesto por unas tijeras a las que no se quiere poner nombre: el de cortar la cuerda y convertir el péndulo en manzana.

El pueblo, sea lo que sea éste, al que se le habla del paso de lo malo a lo peor, o del caos al áspero camino de la salvación, se le entretiene con caperucitas o camisetas rojas y princesas de humo, mientras ve sin mirar la caída de la manzana. Quien ase o blande las tijeras, sabedor, muñidor y artífice a la vez del cuento, tiene imaginación bastante para amañar soluciones cuando el conflicto huele a catástrofe. Si hace falta, príncipes o princesas pueden convertirse en sapos y seguir comiendo perdices.



3 comentarios:

  1. Para vivir del cuento no hace falta llevar sangre azul, ni ser hijo de, aunque lo cierto es que ayuda. Lo que se necesita es tener labia, mucha caradura y poca vergüenza, y arrimarse a un buen árbol. También se necesita gente lo suficientemente ¿inepta?, por decirlo de alguna manera, que te permita vivir del cuento. Moraleja: haz de tripas corazón, liate con la Esteban y cuéntalo en Sálvame Deluxe, luego ve a un programa psicológico para superar el trauma y vuelve a Sálvame Deluxe a contar tu terrible experiencia.

    Sobre el rey, ¿qué decir?. Fijo que tiene un IC borderline o bajo-bajo y mira dónde está. Una república sería algo mucho más democrático, aunque insisto que más que la república me interesan sus ideales. Estaría bien, también, antes de instaurar la república, decidir el salario y la pensión del jefe de Estado, y de paso del resto de políticos de turno, que esto de la política ye un sacaperres de mucho cuidado. ;). Un abrazo

    Me llena de orgullo y satisfacción...

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  2. Bien mirado ese péndulo que encabeza el post podía ser una horca. Un bonito símbolo para tiempos de crisis. Como dice Kir, para vivir del cuento no hace falta tener sangre azul, bastan unos simples apoyos. Pero si tienes sangre azul te permite hacerlo sin esforzarte y que incluso te admiren y te saquen en el papel cuché (y hasta que te doten de presupuesto en las Cortes). En suma, que no es reprobable socialmente vivir del cuento con sangre azul, se admite y hasta se aplaude. Ese es el drama de este país (y de algún otro), que se aplaude al que no hace nada, basta con que salga en la tv.
    Qué tiempos aquellos en los que esto se solucionaba con el péndulo...

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  3. A ninguno de los dos os falta razón. Pero me cansa lo de "sangre azul". Prefiero lo de "hijo de..." y que cada uno complete los puntos suspensivos conforme le de el magín.

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