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15 de enero de 2016

Si un niño mirase

Si un niño mirase, cerca del banco, hacia arriba, vería la corteza oscura y los brazos de las ramas amputados, aquí y allá, por el desorden de muñones de una mala poda. Vería el nido desamparado en el que aún se distinguen, entre los palos, hojas secas, borra o hilos y plumón contra el cielo gris.

Aunque le gustaba leer bajo aquella robinia, el árbol más viejo de la plazoleta y el único respetado por la última remodelación municipal, hasta la llegada mañanera de los yonquis, cerró y dobló el periódico, ajustó la bufanda hasta ocultar bien la barbilla y se levantó con dificultad, temblando un poco sobre las piernas ateridas y el bastón. El invierno, que había tardado en llegar, amenazaba ese día con su crudeza, razón suficiente para adelantar la hora del segundo cafelito y la visita a la panadería.

Tras el ventanal empañado del bar de la esquina observaba al okupa que le pedía siempre el díario llenar botellas y garrafas de plástico en la fuente, y a vecinos y extraños atravesar encogidos la plazoleta. Era como si la vida misma se agachase o se contrajese por un pálpito de muerte. Pensó qué sería del niño si su hermana, su madre o su abuela no lo arroparan. Entonces, un golpe de viento sacudió el árbol. Le pareció que el tremor se prolongaba y que la vieja robinia, pobre, gemía.

Si un niño mirase, cerca del banco, la robinia envuelta a medias en mantas y, al pie de esta, la escalera caída y rota en flaco remedo de un árbol tronchado, vería el cuerpo de ese señor de negro que siempre leía a la sombra y que ya no le podría preguntar con su boca arrugada si sabía lo que es el pan y quesito.

9 comentarios:

  1. Poético, como siempre. Y bonito. Y, como al parecer últimamente, en clave interna o personal. Envejecemos.
    PD: tengo mi página bloqueada porque he superado con creces los 2 GB de capacidad. Lo mismo has tenido problemas para entrar. Estoy planteándome cerrarla.

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    1. Gracias.

      Envejecemos y morimos.

      Más que clave, hay referencias al entorno en que vivo: el ancla real para que el lirismo no desborde.

      Lamento, Francisco, lo de la página. Pensaba no que, al pagar, en WP no habría esa clase de problemas. Vaya fiasco. Siempre puedes volver a Blogger u otra plataforma semejante (porfis).

      Y lamento no haber sacado tiempo para decirte que, efectivamente, hay dificultades: me hubiera gustado leer los comentarios que, aparte del mío y los anteriores, hay en la última entrada.

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  2. Acabo de hacer una migración a un wordpress gratuito. Aquí puedes leer los comentarios a la entrada que quieres. Estoy de pruebas.
    https://pacogalvanblog.wordpress.com/

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  3. Ya está en marcha de nuevo la web. Como si le hubiera caído un pedrisco, pero funciona.

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    1. Ya la he visitado, Paco.

      Me alegra que no desaparezcas del mundillo este.

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  4. Al final resulta que se agotó el espacio por los backup, que no solo me los envía a diario por correo sino que guardaba copia. Y yo quitando fotos a tutiplén...

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    1. Las fotos no ocupan tanto. Se entiende, entonces, que es posible eliminar esas copias. Es de suponer, además, que se podría configurar la cosa. No sé bien como funciona WP.

      Resumiendo: has abierto otra página sin necesidad. La cuestión ahora es qué vas a hacer, aparte de mesarte la barba.



      Resumiendo

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  5. Esa página era gratuita y ají se queda. Seguiré con mi web aunque tengo que ir remendándola poco a poco.

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