Hace sol,
pero la tormenta no cesa
y las esperanzas se agostan.
Hace sol,
pero la tormenta no ceja
y tú me das un gorro de papel
para rayos y piedras.
Se pone el sol.
Oculta la penumbra apenas
el papel abrasado
por la centella.
Y tú dices que pinte
de verde espigas muertas
y ajadas azucenas
mientras se pone el sol.
Un gorro de papel no vale contra el pedrisco. Un casco de guerra necesitaríamos, quizá uno griego desde mañana, y un buen tridente para reventar lo reventable.
ResponderEliminarDesde luego. Pero parece que nos da miedo usarlo.
EliminarEscuchando a María Jiménez la canción "cerrado por derribo, me llegan al oído, como en un susurro, palabras que definen claramente el estado de ánimo que destila el poema: "Se filtra por todas sus líneas la desolación"
ResponderEliminarAsí es. Pero con la desolación no vamos a parte alguna.
EliminarLo que sí puedo decir ahora es que me extrañaría que estos fueran los últimos versos que escribo. Me lo he planteado muchísimas veces y, con periodos de sequía más o menos voluntarios, siempre he vuelto o recaído, aunque no sepa muy bien para qué.
Por decirlo con palabras de otra canción, no de María Jiménez, sino de otra María, Mari Trini: yo no tengo remedio, soy un caso perdido desde que nací.
No vamos a ninguna parte que nos guste, cierto. Mejor no adivinar lo que sucederá después si no se pone remedio. Atormentar el cerebro tampoco conduce a nada.
ResponderEliminarPor otra parte, deseo y espero que no dejes de escribir versos (me has recordado otra canción, esta vez de Sabina). Escribir buenos poemas es algo realmente difícil. Pero siento, y veo, que tus versos pueden darse el lujo de pasearse sin traumas.
Gracias por el cumplido.
EliminarEstoy con huifang12, sobretodo sigue escribiendo.
ResponderEliminarSaludos.
¡Juanjo Rubio! ¿Ya te has desdinosaurizado?
EliminarAy. Estaré y escribiré más o menos. Como le digo a Teresa (huifang12), yo ya no tengo remedio. Otra cosa es que no sienta constantemente la tentación de borrar o arrojar a la papelera.
Bonitos versos. Aunque en la situación actual parece claro que la única solución que ofrecen para la tormenta es encoger el cuello y aguantar estoicamente hasta que la riada acabe con nosotros. Lamentable.
ResponderEliminarPero que sepas que a los demás nos sobran los motivos para leerte :-)
Abrazote
Muchas gracias, Markos.
Eliminar