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19 de mayo de 2011

Congruente, oportuno y proporcionado...

...Es plantar, por ejemplo, una amapola, una pequeñita que no coloque mucho, en el yermo berroqueño de la Puerta del Sol, en la puerta de tu casa o en los umbrales de Jerusalén.

Si tienes tiempo y te arrebata la fiebre plantadora, deposita un zurullo mojón, un cucurucho, un matasuegras, una higa... en el jardín de Rubalcaba.


PS.: Acabo, a falta de amapola, de poner un clavel seco en el dintel de la puerta. Y un no sé qué que se queda balbuciendo de ¿nostalgia?



Y que venga Ángeles Eduardo González-Sinde Bautista a quitarme lo bailao.

3 comentarios:

  1. Lo siento, amig@s: estoy un poco atareado para atenderos, pero no he podido por menos que caer en la tentación. ¡Por Tutatis!

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  2. Todo lo que sea plantar es bueno, ya sea una amapola o un "zigurat" ante la Moncloa, Génova, Ferraz o las Salesas... y a ver si germina

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  3. Jijiji.

    A lo del "zigurat" estaría dispuesto, aunque habría que plantar uno por día, pues mi cuerpo, salvo excepciones, no da para más.

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