Sé lo que queréis: el lugar sin nombre donde reside el alma o, en su defecto, por si esta no existiera, la luz de unas neuronas que conscientemente se niegan y os niegan. Tendréis que tomarla antes de que se cumplan mis deseos de convertirla en las uñas, los dedos, los brazos, las piernas o la lengua que me habéis arrancado y cuyas piltrafas cuelgan aún de vuestros labios después del festín.
Fuente de la imagen: Wikipedia.
Fuente de la imagen: Wikipedia.
Me asustas...
ResponderEliminarHombre, Juanjo, es literatura, hiperbólica y alegórica, pero literatura.
ResponderEliminar; )
ResponderEliminarO como no hay nada más libre que el sueño de un esclavo :-)
ResponderEliminarCarpe Diem
el alma?Sólo conozco la neurona que hace padecer,sufrir,amar,reir,llorar,cantar......Y mucho me temo que pronto la extirpen
ResponderEliminarPapi, a mi también me das miedito, pero un miedito hiperbólico, alegórico y literario.
ResponderEliminarSe me han encogido hasta las alegorías...que brutal, ¡que bueno!
ResponderEliminarSalu2
Cierto, Adolfo. Mas el esclavo preferiría, seguramente, una vigilia en libertad.
ResponderEliminarFelipe: el personaje no tiene muy claro si el alma existe. En todo caso, es una manera de hablar. La neurona... ¿la única que nos va quedando?
No te asustes, Kir, mija: un poco de odio o un mucho de ira son a veces necesarios.
Gracias, Markos.
Querido vecino, nunca había escuchado o leído una parábola sobre la "comidad de coco" más intensa que esta... y más sangreinta. Quizá dentro de poco deje de ser parábola, imagen o alegoría y pase a ser noticia en los periódicos
ResponderEliminarGracias, vecino. No me gustaría ver tan pronto esto como noticia en los periódicos, por Tutatis.
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