Soñó que estaba rodeado de bestias y que estas lo arrastraban hacia el matadero. Las cornudas se embestían. Las que tenían cascos dábanse empellones y coceaban. Otras gruñían y fornicaban furiosamente. Las lanudas cantaban alegres: “¡Oé, oé, oé!”. El trajín iba acompañado de músicas festivas y cohetes. Miríadas de luces de colores titilaban en el cielo por encima del polvo.
No despertó.
No despertó.
¡Y a medianoche se atragantaron con las uvas!
ResponderEliminarLa resignación es mal camino para transitar.Seamos insolentes para no tener que despertar
ResponderEliminar"No despertó".
ResponderEliminarUna frase para dar la vuelta a todo un texto. Cada vez te salen mejor y mejor y mejor.
Demoledor te ha salido este.
Estoy con dezaragoza, demoledor.
ResponderEliminarEspero que el 2011 sea más próspero para todos.
Se atragantaron, pero no se ahogaron, Francisco.
ResponderEliminarTomo nota de la propuesta, Felipe, y la convierto en lema: "No te resignes: sé insolente". O algo así.
Gracias, Balovega: que el 2011 sea propicio a ti y a los tuyos también.
Dezaragoza: esa frase es, efectivamente, la clave. Gracias.
Dinojuanjo: como digo en otra parte, cuando se construye sobre la nada, la ignominia o la injusticia, es mejor demoler. Es deseable la prosperidad, sobre todo si tras ella no hay dolo, mentira, inconsciencia, explotación...; pero dudo que que sea para todos.
Va a ser por eso que no recuerdo los sueños, no sea que vaya a recordar uno y me atrape.
ResponderEliminarFeliz 2011
También se puede soñar despierto, Markos, incluso pesadillas.
ResponderEliminar