Se comió su propia cabeza. Entonces, descabezado, oliendo la sangre sin olfato, comprendió de manera alucinada que el orden no había caído, sino que movía las piezas, que corrían como conejos por el tablero.
Así no podía salir de caza ni, tampoco, preguntar a Alicia cuál era el camino.
Así no podía salir de caza ni, tampoco, preguntar a Alicia cuál era el camino.
Amigo Juan Carlos,lo primero darte las gracias por permitirme escuchar a los Jefferson Airplane.Hacía mucho que no lo hacía.
ResponderEliminar"cambiar algo para que nada cambie"(Lampedusa)
Buena cita, Felipe: viene al pelo.
ResponderEliminarGracias a ti por tu atención y atinadas palabras.
En cuanto a la Jefferson Airplane, la verdad es que, aparte de gustarme mucho, estaba dándole vueltas a la idea de escribir algo sobre voces de mujer fuertes o ásperas en el rock, pues me encantan, y salió esto pensando en la letra de "White Rabbit".
Esto sí que es un microrrelato, maestro.
ResponderEliminarComo de costumbre no conocía el tema y como pasa habitualmente me ha gustado.
Micro, micro... Me gusta.
ResponderEliminarEn realidad no se comió su propia cabeza. Fingió para engañarnos a todos. Y lo logró.
ResponderEliminarCiertamente, como señalan el resto de amigos, una cita rebuscada que te hace dar vueltas mientras suena la música.
ResponderEliminarSon sonidos nuevos para mi y lo cierto es que no me desagradan.
Saludos
Gracias, Markos, Juanjo.
ResponderEliminar¿Te refieres al capitalismo, Paco?
¿Cita rebuscada, Froilán?: ¿la de Lampedusa o la del título del relato? El título del relato traduce un verso de la canción. "White Rabbit", que es de 1967, sigue, cierto, sonando nueva.