Comenzarán las carreras o vueltas ciclistas y oiremos, con el consiguiente rechinamiento de las neuronas de quien esto escribe, esa lindeza de llamar unidad, como si de vagones de un tren se tratase, a cada uno de los corredores.
Hasta es posible que se utilice la palabra efectivos para designar al conjunto de los que rueden en cabeza. Incluso puede darse el caso de que, al ritmo de la pedalada, los ínclitos locutores le den de nuevo patadas al idioma con que ganan las habichuelas y se atrevan a contar los efectivos.
Don Fernando Lázaro Carreter recordó en su artículo “Comentar”, publicado en El País el año de 1999 y recogido ahora en el libro El nuevo dardo en la palabra, que en 1991, cuando la Guerra del Golfo, “se empezó a llamar efectivos a los combatientes”. Los efectivos de una fuerza militar están compuestos por las tropas, pero también por las armas y los pertrechos, por lo que no se pueden numerar, ya que sumar soldados y fusiles contraviene las reglas de la aritmética.
Creo que lo entendí. El veranito empeiza y llega el Tour y con él el lenguaje deportivo, ese dialecto tan peculiar de la galaxia castellana. Ufff, como no te gusta el fútbol, no oirás Carrusel Deportivo. No, seguro que no, porque ya haría tiempo que te habrías corto-circuitado.
ResponderEliminarMe ha recordado a un profesor de Física que tuve en el instituto que insistía en la importancia de la unidad (de expresar a qué tipo de unidad se refería la cantidad). Recuerdo que decía que no se podían sumar lechugas y zapatos.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, gracias por indicarme el enlace al "Taller literario". :-D
Salu2
¿Cómo? ¿No se pueden sumar peras y manzanas, querido vecino? ¿Y botellas y ánsares? Pues a mí parece que de esta última unión han salido un par de gazapos. Uno de ellos feliz mente enlazado con un Gagá ricachón e influyente que a su vez es capaz de sumar coches y barcos y lo que se le ponga por delante.
ResponderEliminarDe todas formas, que no se quejen si los periodistas de turno los llaman efectivos(aunque algunos sean inefectivos) porque ellos mismos se autoproclaman así. Como esos otros que se autodenominan "números". Imagina una noticia de terrorismo del País Vasco: "Varios números de la guardia civil fueron atacados por efectivos de la kale borroka. No pudimos hacer nada porque venían detrás nuestro..."
Por cierto, ahora que estamos en plena celebración del orgullo gay supongo que no faltará "la serpiente multicolor"
... en este incomparable marco, añado yo si se me permite
ResponderEliminar:) buena matización y buen tirón de oreja a los que deberían cuidar más la palabra. Sí señor.
ResponderEliminarEl periodismo deportivo y el periodismo en general dan para escribir muchos "dardos en la palabra". En la edición de 2003 tiene uno titulado "Ante julio" que amplía el vocabulario ejemplarizante utilizado en el mundo del deporte.
ResponderEliminarEl comentario de don Francisco Galván me ha gustado mucho, ha sido como la punta de un dardo. Gracias por las lecciones, Juan Carlos.
Aprovecho para romper una lanza (otra frase hecha) en favor mis colegas. Es cierto que muchos periodiodistas manejan mal el idioma, o quizá todos lo manejamos mal. Pero esto se sabe porque tenemos una labor pública y todo el mundo nos oye y nos lee. Pero ¿qué decir de otras profesiones? ¿Hay alguna que se salve? Otras que conozco bien y que también basan su trabajo en la palabra y en los escritos son la abogacía y la judicatura, y puedo prometer y prometo que lo hacen peor que los periodistas. Vecino, ¿como anda el gremio de profesores en general?
ResponderEliminarInteresante apunte.
ResponderEliminarTodavía recuerdo cuando hace años me hice con la misma edición de la que Juan habla de El nuevo dardo en la palabra. Fue horrible. Desarrollé una manía compulsiva e irreprimible(que me consta, a más de uno y de dos les parece atroz) de doblar las esquinitas superiores de las hojas en las que comenzaban los artículos que más me iban gustando.
Y ahora...ahora he tenido que buscarlo (y por cierto que me ha costado porque Frankie empieza a revolver curioso entre las letras)y no voy a poder evitar volver a...
Entonces, a ver si me aclaro yo, siguiendo las reglas de la física cuántica es imposible sumar efectivos y unidades, de la misma forma que es imposible sumar peras y manzanas. No obstante, si consideramos el aspecto metafísica de la materia y el concepto que agrupa a los constructos mentales y a los memes entre sí (me voy a ahogar), tendremos que es posible sumar efectivos y unidades ya que se trata de frutas.
ResponderEliminarY si mi dejas te curvo aún más el espacio tiempo y lo vuelvo cíclico.
[Darse cabezazos contra la pared no es bueno, cariño. Creeme]
Santi: la referencia al ciclismo es sólo un punto de partida para llamar la atención sobre algunos errores que nos llegan del ámbito periodístico. Es cierto que, dentro de éste, los periodistas deportivos se llevan la palma. En cuanto a Carrusel, alguna vez lo he oído porque me hace gracia cómo anuncia algunos productos Pepe Domingo Castaño. Pero hay en el programa un señor insufrible, no sabría decir si es Lama, muy engreído, que cree saber de todo con saber sólo de fútbol.
ResponderEliminarMarkos: no hay de qué. Tómatelo con calma si es que echas un vistazo.
Querido vecino Francisco, paso por sobre el chiste de las peras y las manzanas. Barres demasiado para casa. El uso de "unidad" al que aludo procede del lenguaje de los periodistas. También, si no me equivoco, el de "efectivos". Sin embargo, supongamos que procediera de otra fuente. En este caso podría admitirse que pasara desapercibido del primer periodista que se lo tragó; pero su propagación, cuando ha habido personas que señalaban la incorrección, dice nada bueno del cuidado que algunos periodistas procuran al uso de la lengua.
Es cierto que ni los más atentos y competentes hablantes están libres de cometer fallos. Pero el hablante normal tiene, prácticamente, como modelos de referencia los discursos o textos públicos. Entre estos, y especialmente, los de políticos, famosillos y, por supuesto, periodistas. Por eso, la responsabilidad, y la irresponsabilidad, de estos hablantes es mayor. De modo que no procede escurrir el bulto. Hay que decir, con todo, que entre los hablantes, y escribientes, citados, muchos se expresan con corrección.
Hablas de la "serpiente multicolor". Es una metáfora, no desafortunada por completo, que nació en el uso periodístico del lenguaje. Como ocurre con casi todas las metáforas, su repetición hastía.
Hablas de abogados y jueces. Tienes razón en lo que dices, pero, por favor, no comparares. Como tú mismo dices, el periodista tiene una recepción mayor. Por lo tanto, su responsabilidad es mayor.
Me preguntas por los profesores. Algo puedo decir, si no salgo del campo que conozco un poco: el de la enseñanza secundaria. Como no me duelen prendas ni tengo pelos en la lengua (dos frases hechas, que, si no se abusa de ellas pueden servir de adorno o descanso o ayudar a la comprensión), me da la impresión de que hay de todo. El mundo de la enseñanza refleja el de la sociedad en menor escala. Si tengo que generalizar, diré que noto parecida despreocupación a la que se observa en la sociedad, suavizada, quizá, en la práctica por los estudios o conocimientos que se les suponen a estos profesionales.
Aprovecho, Francisco, para recomendarte mi último chupito. Si relees tus comentarios, averiguarás por qué.
Bienvenido, agüelo Dámaso, a este rincón.
Es cierto lo que dices, Juan. Conozco el artículo al que te refieres. Mi escrito forma parte de una serie o sección que tenía un tanto abandonada. El que citase a Lázaro Carreter era inevitable.
Dezaragoza: esa era mi intención.
Ada: gracias por volver a visitar esta casa. El libro de Lázaro Carreter es la segunda recopilación de "dardos" que publicó. La primera, más extensa, es tan recomendable como la segunda.
Hay paredes, Kir, que no están bien enlucidas.
ResponderEliminarSé que en esta materia caerá en saco roto todo o casi todo lo que pueda decir o escribir. No me importa: tengo la cabeza muy dura.
¡Ay, vecino, no me reprendas así que soy muy sensible!
ResponderEliminarEs cierto que al estar en el "candelabro" más que otras profesiones los periodistas pueden tener más responsabilidad en la divulgación de las patadas al diccionario, aunque no sean (seamos) los que más le sacudimos. Pero si no barro para casa ¿para dónde voy a barrer? De todas maneras hay que hacer aquí una precisión que no es baladí: no todo el que sale en la TV ni todo el que escribe en los periódicos es periodista. Ojo con eso, que la gente piensa que todo el que aparece en la caja tonta es del gremio. Y no. Hay mucho intrusismo.
No sé a qué te refieres con mis comentarios anteriores, aunque supongo que habrá barbaridades varias, con independencia de las naturales erratas. Yo admito que, como madrileño castizo que soy, caigo en el leísmo más de lo que quisiera aunque parece que la Academia ya lo acepta en muchos casos.
Tu entrada de Chupitos ya la vi, pero no quise comentarla en ese momento por delicadeza hacia otra otra que acaba de leer y que pecaba de esa incorrección. Después he visto que está muy comentada y no tenía nada de interés que aportar
Ah, coño, ya sé por qué dices lo de repasar los comentarios. Claro, si era un guiño a tu chupitos
ResponderEliminarLo cortés no quita lo valiente, Francisco. Cierto que hay intrusismo, pero no todos los intrusos escriben o hablan, mal.
ResponderEliminarPor otro lado, no he dicho que los periodistas, intrusos o no, sean los que más patadas le dan al idioma, sino que estas son, digamos, más visibles y, por tanto, más lamentablemente ejemplares. Peor usa el idioma el hablante común.
El leísmo que se refiere a persona de género masculino no se considera, desde hace tiempo, como incorrección.
Jo, no me regañes... :(
ResponderEliminarNo te regaño, Kir. Constato algo que para mí es evidente: mi tozudez. Eso no niega la dolorosa realidad que subyace en tu recomendación. Sin embargo, de lo que está mal nunca podrá decirse que está bien.
ResponderEliminarEn tu descargo, si falta hiciere, tengo que decir que lo que escribiste acerca de la Física es muy gracioso.
Seguimos aprovechando la lección estival. Siempre vienen bien estas llamadas para corregir.
ResponderEliminarAsí sea, Froilán.
ResponderEliminarVaya debate que os traéis, Paco y tú... Mmmmmmm. Luego investigaré Chupitos... Entono el mea culpa con lo de las faltas. Fíjate que normalmente publico con cien faltas -exagerando-. Son de todo tipo: ortográficas, tipográficas, de puntuación, sintaxis... Luego, a las 5 horas, acabo corrigiendo muchas, pero para mi desgracia ya has visitado el post -snif-. No creas que no me da vergüenza, pues sigo y sigo corrigiendo con el pasar de los días. Siempre me tranquilizo pensando que Terenci Moix hacía 10 faltas por línea y que su cuñada le tenái que corregir sus manuscritos...
ResponderEliminarLeído el Chupito...
ResponderEliminarYa ves, Santi. En cambio, nadie ha hecho caso de "La sandalia de Empédocles", un artículo mucho más currado.
ResponderEliminarEn cuanto a las faltas y demás, no es mal comienzo reconocer que se cometen y estar dispuesto a corregirlas con buena voluntad.
Juan Carlos no desesperes con lo de Empedocles. Yo debo decirte que es de los artículos que con más atención me he leído. Continúa allí...
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