Muchas son las virtudes de la poesía tradicional. No son las menores su jugosa ambigüedad, la libertad y gozo vital con que abordan algunos asuntos. Una de las más conocidas es el villancico, de estructura zejelesca, de “Las tres morillas”, que en su versión canónica, la del Cancionero de Palacio, dice así:
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
a Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Se dice que es un poema de tema fronterizo. Y lo es no sólo por onomástica y por ambiente, sino, también, simbólicamente. La clave es erótica. Es algo que no vengo a descubrir, puesto que otros lo han dicho mejor que yo. Así, María Jesús Rubiera alude al uso eufemístico de la palabra “olivas”. Rubiera nos recuerda la historia de Las mil y una noches en la que “tres muchachas se disputan el miembro viril del califa Hārūn al-Raŝīd que sólo logra agarrar una de ellas, quedando las otras «desmaídas» y con «las colores» perdidas”. Rubiera aduce como prueba otro villancico del Cancionero:
¡Si habrá en este baldrés
mangas para todas tres !
Tres mozas d'aquesta villa
desollaban una pixa
y faltóles una tira
la una a buscalla iba
para mangas a todas tres.
Tres mozas d'aquesta villa
desollaban un caraxo
faltóles un pedazo,
la una iba a buscallo
para mangas a todas tres.
Obviamente, en las “Tres morillas”, las “olivas” aluden al “caraxo” metonímicamente, es decir: por contigüidad. Nos imaginamos a las lozanas Axa, Fátima y Marién en la fatiga o la angustia del deseo insatisfecho: es lo que subraya la jadeante repetición de la conjunción “y”. Lo que más puede sorprender, siguiendo el hilo doble de lo fronterizo, es que las morillas cambien de objeto o, por decirlo más claro, opten por alguien de su mismo sexo: ahí están las manzanas de Venus.
Interpretar a quién responde o pertenece la voz que dice el poema, personaje en el que parecen satisfacerse los ardores de las chicas (obsérvese el paso del presente “me enamoran” al pasado “iban”) en un ménage à quattre libérrimo no es tarea fácil: ¿portaba olivas o manzanas? La verdad es que poco importa.
De sobras es conocido que Lorca armonizó la canción y que la grabó con La Argentinita. Lorca añadió esta estrofa como cierre:
Díjeles: ¿Quién sois, señoras,
de mi vida robadoras?
Cristianas que éramos moras
en Jaén:
Axa y Fátima y Marién.
La estrofa parece sugerir, por el tratamiento de “señoras”, que el amante es un hombre. Pero, y ahí está la gracia, la situación ha cambiado un poco: se han convertido en cristianas para gozar de los frutos, con lo que el jarrazo, es un decir, que se arroja sobre las costumbres cristianas de la Edad Media es de antología.
No fue Lorca, con todo, el creador de esos versos finales, pues también se documentan en la tradición, en la trova, o el destrozo, de Diego Fernández que se encuentra en el mismo Cancionero, que comienza:
Tres moricas m' enamoran,
En Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Díxeles: «¿quién sois, señoras,
De mi vida robadoras?-
Cristianas que éramos moras
De Jaén,
Axa y Fátima y Marién.»
Tres moricas muy lozanas,
De muy lindo continente
Iban por agua a la fuente,
Más lindas que toledanas,
Y en sus hablas cortesanas
Parecién,
Axa y Fátima y Marién.
No dispongo de una versión limpia del registro de Lorca y La Argentinita, de modo que doy por terminado este trabajo con la que grabaron doña Teresa Berganza y don Narciso Yepes. Ahí es nada.
Esto es todo una lección de literatura. Gracias. Vengo de una conferencia del Profesor de la Universidad de Málaga, Gómez Yebra, y ¡qué diferencia contigo! Le ganas por goleada. Gracias de nuevo.
ResponderEliminarvecino eres un erudito, eso está demostrado, pero me has dejado con una duda ¿qué es eso de la pixa?
ResponderEliminar(Ando con el PC jodido así que no os extrañe que asome poco)
Hombre, Juan, que es un peso pesado. Yo tengo que pensar en dirigirme a un público más amplio, aunque me leáis unos pocos. De todas formas, gracias.
ResponderEliminarFrancisco: a "pixa" é o mesmo que o "caraxo".
(Risas)
Resulta que no nos hemos inventado estas palabras ahora. Conste que me di cuenta al leer el villancico. Siglo XV: casi na. Taco pata negra.
Se me había olvidado lo apasionante que resulta descubrir los otros significados de un poema... No deja de ser curiosa, por poco común, la referencia a buscar "las manzanas" como acto protagonizado por mujeres. Genial
ResponderEliminar¿Tus clases son así? ¡Qué envidia!, no es que me queje de mis profesores de instituto (algunos de lo mejor), pero si tus clases son así tus alumnos te recordarán en el futuro...
Pues sí... ¿Porque en mi universidad no hay maestros como tú?
ResponderEliminarSanti, tienes razón.
ResponderEliminarVoy a decir una verdadera barbaridad: a veces la censura o el deseo de no traspasar los límites del buen gusto en determinadas épocas han tenido los efectos benéficos de aguzar (o agudizar) el ingenio para decir las cosas de tal modo que sean irreprochables. Es el caso de las manzanas y de las olivas de este poema, y es el caso de las mañas que tuvieron que desarrollar los periodistas, los cineastas o los literatos durante el franquismo.
Naturalmente, es preferible que no existan esas trabas pero los obtáculos solo se pueden saltar si existen.
Santi y Juanjo: llevo días dándole vueltas a este artículo. Es un poema, por otra parte, que conozco bastante bien. No siempre hay ocasión, por diferentes razones, de dar la clase así. Pensad, por ejemplo, que preparada sólo con esto cubriría seguramente los escasos cincuenta minutos de un período lectivo.
ResponderEliminarFrancisco: tienes razón. No es una barbaridad. Sin embargo, sobre todo en esa época, hay que contar con un necesario proceso de estilización que los oyentes y cantantes anónimos compartían. No he copiado entera la trova de Diego Fernández, poeta cortesano seguramente posterior al cantor (o cantora) anónimo. La trova de Fernández desvirtúa por completo el sentido del villancico. Esto quiere decir que la clave, la metaforización se entendían perfectamente. Si probásemos a transformar el poema con referencias más explícitas o directas, perdería su encanto.
A Francisco y Juan Carlos. ¿Ya habéis visto el documental, el celuloide oculto?
ResponderEliminarSanti: pues no. Creo que lo recomendaste cuando escribiste sobre El Mago de Oz, ¿no?
ResponderEliminarUno tiene, por desgracia, que racionar su tiempo.
¿Lo van a retirar?
Me ha gustado. Ha sido como aquel atroz pasatiempos "el ojo mágico" (el que pudiera torcer lo suficiente los ojos para ver otras figuras, yo apenas pude a costa de llorar como un boxeador). Es decir, la primera inocente lectura del poema es campestre y verde(por el campo)...hasta que lo relees nuevamente con la "mirada sucia" :-)
ResponderEliminarToda una lección. Y oírlo me ha resultado medieval, y eso que yo me lo estaba imaginando a ritmo flamenco. Lo que aprende uno!
Salu2
Menos mal, Markos, que no dices que te hayas puesto a llorar.
ResponderEliminarCon razón te ha de sonar a medieval, aun con la armonización de Lorca.
Nunca terminamos de aprender.
Gracias.
Hola amigos: Soy de Argentina y me pereció buenísma toda la explicación sobre esta fantástica obra. Aquí en Bs. As ha hecho una grabación Susana Moncayo, una mezzosoprano muy talentosa. De todos modos, la versión que aquí se comparte de la Berganza con Yepes es insuperable!. Y lo de Federico, bue...un grande!. Bueno, mis saludos cordiales.
ResponderEliminarVcitoria
Muchas gracias, Victoria, por tus palabras.
ResponderEliminarQue algo de lo que en este blog minoritario hay pueda interesar allende los mares me produce enorme satisfacción.
Tomo nota del nombre de la mezzo me citas, pues encantan las buenas voces.
Abre ojos y oidos, gracias por compartir todo esto. Pasando a otro tema, escuché una cersión de "The King´s Singers (http://www.youtube.com/watch?v=ZchG8yCDtZI&feature=related) en la cual agregan una estrofa mas y.... no esntiendo la letra. Se la quería pasar a mis alumnos (soy profe de música en Ucacha-Córdoba-Argentina). Un abrazo a lo lejos.
ResponderEliminarBienvenido, Pablo. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarIntentaré escuchar con atención el vídeo de que hablas.
Estoy intentando conseguir todas las letras de los madrigales de los King's Singers. En su versión de esta canción, por lo que pude entender, la estrofa final que se añade es:
ResponderEliminarCon su grande hermosura,
crianza, sexo y cordura,
cautivaron mi ventura y mi bien.
Axa y Fátima y Marién.
Lamento, Anónimo (¿Pablo?), no haber podido dedicar antes tiempo a escuchar la versión de los King Singers; pero, sin escucharla, me atrevo a asegurarte que no dirá "sexo", sino "seso". Por muy moderna que sea la versión, la palabra "sexo" no es nada corriente en la lírica española. En cambio, el emparejamiento de "seso" (buen juicio) y "cordura" es muy frecuente.
ResponderEliminarDespués de escuchada, oigo, efectivamente, "seso".
Gracias por tu intervención y suerte en el rastreo.
La versión de los King Singers es, básicamente, la que armonizó Lorca, más el añadido de la estrofa que el amable anónimo indica. Hay, además, un cambio en el segundo verso de la cuarta estrofa de la versión del Cancionero de Palacio: "y en sus hablas cortesanas".
ResponderEliminarQuien subió el vídeo, siguiendo, supongo, los datos del disco, atribuye la composición a "Anónimo & Fernández". Este Fernández es, sin duda, el Diego Fernández del que se habla en el trabajo, mas no es su versión del villancico la que se sigue más fielmente, como puede comprobarse.