No hay muchas historias que contar, ya lo decía Borges, y añadió que la literatura es una casa de citas. Vuelven modas y vuelven modos, buenos y malos. Lo mismo vale para el hombre: su historia se repite como el ajo. La diferencia está en que una minoría vive más y mejor. Aunque esto de los adverbios es, por supuesto, discutible.
Como no tengo ganas de arrojar dardos sobre la condición humana (¿cómo voy a meterme con mis hermanos?), así, en abstracto, divagaré sobre asuntos de cultura, digamos, popular.
Hace no mucho, en una cena, me sorprendí de la sorpresa de una alumna que tarareaba el estribillo de “Lola” de The Kinks. Parece ser que se puso de moda a causa de un anuncio. La sorpresa partió de un comentario que hice acerca de la composición de la pieza. Aunque confieso que equivoqué la fecha, pues “Lola” es de 1970, muchos jóvenes asegurarían, al saber el dato, que es una canción antigua, de las de mi época. Pues muchas gracias. Por entonces yo estaba en el colegio y aún no había cumplido diez años. Faltaría saber cuánto durarán tantas cancioncillas que gustan ahora. Todo tiene su tiempo, claro, por mucho que el tiempo sea igual a sí mismo.
Ya que hablamos de canciones, causa estupor que se califique de novedad el flamenco pop, el rock con raíces o la fusión de la cadencia andaluza, o andaluzoide, que de todo hay, con otras músicas. Esa cosa del mestizaje que, en la piel de toro, se remonta, dicen, a la Edad Media. Pues bien, da hasta pena recordar que, siete años después de la canción de los hermanos Davies, el tío que se ve en la foto caracterizado de criatura del doctor Frankenstein en una de sus colaboraciones en “La bola de cristal”, puso uno de los pilares de esa cosa que mencionábamos, con más gracia y más creatividad de la que observo en epígonos que copan las listas de éxitos. Él, Kiko Veneno, y otra gente que ha sido injustamente olvidada, como Gualberto García.
Debo a este medio charnego, entre otras cosas, conocer la obra de un poeta catalán llamado Miquel Martí i Pol, de quien Kiko tradujo y cantó, allá por el año de 1977, lo siguiente, que es una envidiable fe de vida, además de un formidable retruécano.
NO PIDO MUCHO
No pido mucho:
Poder hablar sin cambiar la voz,
Caminar sin muletas,
Hacer el amor sin que haya que pedir permiso,
Escribir en un papel sin rayas.
O bien, si parece demasiado:
Escribir sin tener que cambiar la voz,
Caminar sin rayas,
Hablar sin que haya que pedir permiso,
Hacer el amor sin muletas.
O bien, si parece demasiado:
Hacer el amor sin que haya que cambiar la voz,
Escribir sin muletas,
Caminar sin que haya que pedir permiso,
Hablar sin rayas.
O bien, si parece demasiado…
Algo suavecito para hoy. O no tanto.
Tú deja que tus alumnos vayan creciendo y descubriendo cada vez más raíces, más relaciones entre esto y lo otro y acabarán por descubrir lo que tú ya sabes: que todo está escrito, que todo se dijo antes y, a veces, hasta mejor. Mientras tanto sigue descubriéndoles tú esas cosas y que disfruten de "canciones de tu generacion".
ResponderEliminarPues claro. Y hasta es posible que alguno especialmente avispadillo y curioso sea capaz de ponerme al tanto de la música de estos tiempos.
ResponderEliminarMe encantan estos guiños a la cultura catalana; así que he pensado que qué mejor que poner algunas letras catalanas, dejando el original de Miquel Martí i Pol que suena igualmente perfecto:
ResponderEliminarNo demano gran cosa - Miquel Martí i Pol
No demano gran cosa:
poder parlar sense estrafer la veu,
caminar sense crosses,
fer l’amor sense haver de demanar permisos,
escriure en un paper sense pautes.
O bé, si sembla massa:
escriure sense haver d’estrafer la veu,
caminar sense pautes,
parlar sense haver de demanar permisos,
fer l’amor sense crosses.
O bé, si sembla massa:
fer l’amor sense haver d’estrafer la veu,
escriure sense crosses,
caminar sense haver de demanar permisos,
poder parlar sense pautes.
O bé, si sembla massa…
Miquel Martí i Pol, de Vint-i-set poemes en tres temps.
Parece una improvisación la melodía de la canción. No me gustó la música, pero sí la letra. He pensado un montón de veces así.
ResponderEliminar"...Hacer el amor sin que haya que pedir permiso,
Escribir en un papel sin rayas...".
"Lo único que no existe, es el olvido..."
Las cosas importantes no tienen que ver con la memoria.
¡Un saludo, che!
Santi: gracias por el original, que no se me ocurrió buscar. La buena poesía me gusta venga de donde venga. Tengo, además, familia en Cataluña. Mi sangre, aunque roja, es mestiza. Es posible que, no sé cuándo, quien ponga unas letras catalanas sea yo mismo.
ResponderEliminarAddax: probablemente sea improvisada la melodía. El disco, un hito de la música popular española, se grabó con pocos medios y muy deprisa, según tengo entendido. Quizá las cosas importantes no tengan que ver con la memoria; pero la memoria, a veces, nos ayuda no tanto a recuperarlas como a redondearlas, fuera, claro está, de la experiencia.
Un saludo desde este lado del charco.
Yo de paso me he hecho eco de otro anuncio y cuando he leído Lola, te he dicho mentalmente "espera que me la bajo" :-P
ResponderEliminarCuando has comentado la de Kiko Veneno, he pensado, "espera que me la bajo"
http://telegraph-blog.blogspot.com/2008/09/canciones-kiko-veneno-no-pido-mucho.html
En ese enlace hay que buscar el reproductor y darle al play para oir a Kiko Veneno: guitarra y voz ilustrando la entrada.
En fin que voy a dejar de hacer giros fáciles con "espera que me la bajo", para decir por un lado que Kiko Veneno siempre me gustó, incluso cuando no le entendía. Y que mi ignorancia me proporciona instantes de vanidad, hasta que sabios como JL Borges o quién los conoce, me baja de mi idiotez a la realidad de que mi brillante idea, gracieta, acción o estornudo ya lo había hecho otro antes y mejor. :-D
(Risas)
ResponderEliminarMarkos: el enlace ya lo he puesto yo, hombre. Y hasta podría, creo, poner un "stream" de "Lola".
Lo que decía Borges hay que entenderlo, creo, como una llamada a la curiosidad, a la indagación. También, como una cura de humildad y, por supuesto, una manera de corresponder a la tradición o, si lo prefieres, a los antecedentes, por parte de quien pretendía alejarse de las ideas románticas de originalidad e inspiración.
No se pone el pie exactamente en la huella que otro ha dejado, porque eso supondría tenerse que injertar el pie del otro. Tu huella hará otra huella. Darse cuenta de que ambas se dan nos pone a nuestra altura: la del pie en el suelo. Y nos habla de nuestra repetible irrepetibilidad. Esta, sí, puede satisfacer sanamente nuestra vanidad o, mejor, hacer de nuestras obras algo que no sea tapar un hueco.
Grandes los Kinks. ¿Son muy jóvenes tus alumnos? Eso es más frecuente cuanto menor es la edad. Recuerdo que en un programa pasaban twist and shout de los beatles, cuando era niño, y ocurría que mis padres decían que era de su época. Me los imaginaba tocando entre dinosaurios a estos hombres.
ResponderEliminarReflexionando un poco, esto de que todo se actualize tan rápido, y que una canción que tiene treinta años de antiguedad ya sea vieja; es una pena. Creo que la riqueza musical se obtiene incorporar creaciones de distinta época y género. Y eso se ha perdido.
(Tengo el PC jodido y se me cuelga con internet. Lástima, queria comentar la cancioón nacionalista zamorana de "veneno", el primer LP de kiko y hnos. Amador ¡tengo el vinilo!)
ResponderEliminarSolsiyonka: grandes son. Los alumnos de este año, entre los doce y los dieciséis años. La alumna a la que me refiero rondaba los diecinueve.
ResponderEliminarCoincido, en buena medida, en tus apreciaciones; pero, como dice Dezaragoza, a esas edades no es fácil gustar de música variada, salvo excepciones.
Ay, vecino, te echamos en falta. A ver si vamos a tener que hacer una recolecta para comprarte un PC nuevo.
cagüen la órdiga, se me colgóel PC cuando ya tenía copiada la letra de la canción zamorana
ResponderEliminarAyayay...
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