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22 de marzo de 2009

La risa que viene de Cataluña: Tortell Poltrona


Anoche, por casualidad, nos vimos de sopetón arrastrados por el dios de la risa. La Sexta había programado una actuación del gallego catalán Pepe Rubianes, seguramente como necesario homenaje tras su muerte. Veníamos de asistir a una representación de otros catalanes que siempre han estado tocados por la mano del mismo dios. O casi siempre. La cena de Els Joglars mantiene, por supuesto, la capacidad creativa de sus integrantes, que no han perdido un ápice de su dominio escénico. Sin embargo, el texto de La cena, que redunda en alguna de las obsesiones, transformadas en tics o tópicos, de Albert Boadella, como la cocina de vanguardia y el fariseísmo político, por ejemplo, nos parece, sin faltarle razón, demasiado cerrado, demasiado escorado hacia el blanco y negro, demasiado ceñido a la sátira de las propuestas medioambientales de carácter, llamémosle así, progresista.



Siguiendo con la risa que viene de Cataluña, puestos a elegir entre los últimos espectáculos a que nos ha sido posible asistir, nos quedamos con Circ Cric, que completa y termina hoy su estadía en el Teatro Circo Price. La troupe de Tortell Poltrona, Jaume Mateu, fundador de Payasos sin Fronteras, es una magnífica muestra de lo que las artes del circo pueden dar hoy de sí más allá o más acá de la magnificencia espectacular del Cirque du Soleil, convertido en algo así como una multinacional del circo. Desde una humilde vocación de nomadismo que lo ha llevado en alguna ocasión a la ruina, Tortell provoca el asombro y arranca sonrisas y carcajadas desde el primer número, en el que pinta su cara de Augusto ante el público sin apenas ayuda del espejo, pasando por el formidable de la pulga, para terminar en el jocoso y amargo suspense de la parodia de “Vesti la giubba” de Leoncavallo. Entre medias, el pasmo y el vértigo que acompañan las evoluciones de los jóvenes colaboradores: equilibristas, trapecistas, el funámbulo La Tití poniéndose de puntas en la barra, el malabarista músico Antoine Hulon.

El público canta al final con toda la troupe a ritmo de reggae: “No somos nada.” Nada el público sin estas gentes que lo emocionan reconociendo que no son, tampoco, nada sin el público, sin unas mentes y unos corazones dispuestos a viajar durante unas horas por la sencillez y el riesgo de la esencia del circo. Toda una lección de un payaso, no de un bufón de corte, que ha llevado la alegría a los niños de Bosnia, Croacia, Cuba, Guatemala, Chiapas, El Sáhara...

Mucho va de una dorada poltrona a Poltrona, a quien aquí deseamos mucha suerte para su Centre de Recerca de les Arts del Circ y para la anhelada creación de un circo estable en Barcelona.


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7 comentarios:

  1. La gente verdaderamente grande muy raras veces conoce el éxito social tal y como se entiende y ni mucho menos la corte. Son gente que se queda a la altura de la vida: la calle. Tienes unos gustos envidiables.

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  2. Lo del fariseísmo político don Albert Boadella lo domina a la perfección.

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  3. Es curioso pero a mí el circo siempre me ha producido tristeza. Lo más curioso es que ese mismo sentimiento lo comparto con mi pareja. Bueno, me alegro que dediques este espacio a la risa que viene de por aquí. ¡Qué envidia me dais los de allí, que tenéis tantas cosas para disfrutar de teatro, espectáculos y cultura! BCN no deja de ser una ciudad provinciana en ese aspecto, por mucho turismo que valga...

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  4. Gracias, caballeros.

    Estoy de acuerdo con lo que decís, Dezaragoza y Juan. El circo es la loca de la casa. No se valora lo que se hace aquí y lo hay muy bueno, incluyendo al defenestrado director artístico del Teatro Circo Price, Monti. Sin embargo, se nos cae la baba ante el Circo del Sol, cuya labor no es despreciable, qué duda cabe.

    Dezaragoza: soy así. Son mis gustos. Y me gusta hablar de ellos tanto o más que de mis disgustos. Tengo un poco alma de payaso, además. Es una de las razones de que los admire tanto.

    En cuanto a Boadella, Juan, repito, y me duele, tengo que darte la razón. No quería creer yo en la deriva de este señor, como se puede comprobar en el artículo que publiqué sobre su nombramiento. De Els Joglars se podía esperar que no dejasen títere con cabeza. Esta, creo yo, era la ocasión para demostrar no ya que saben hacer teatro, sino que iban a trabajar libremente. Ocasión no le ha faltado, pues tanta o más ha sido la bobería de Aznar con esto del medio ambiente que la de los socialistas. Con la Iglesia, por comparación con "El retablo de las maravillas", han sido muy ambiguos y yo diría que hasta blanditos. Quién te ha visto y quién te ve. Toda una decepción que me lleva a pensar que Boadella no va a tener arrestos para morder la mano que le da de comer. Y me lleva a desconfiar del interés y riesgo que puedan tener sus programaciones.

    Santi: es cierto que el circo es triste. Esa tristeza es parte de su gracia y su desgracia. Bien considerado y organizado, el circo puede ser, con la ópera, el espectáculo total. En cuanto a lo que dices de Madrid y Barcelona, no soy quién para ponerlo en duda, puesto que no vivo allí. Sin embargo, he de decirte que, en cuanto al circo, casi todo lo mejor que he visto viene de Cataluña: los Raluy, Poltrona, Monti, Los Excéntricos... Me consta, además, que se mueven o, por lo menos, lo intentan con muchas dificultades por Cataluña. Aquí, es cierto, tenemos el Price, que costó una millonada, pero es, junto con la renovación del Teatro Español, lo mejor que ha hecho el PP en el ámbito cultural. Si no existiera el Price, nos tendríamos que conformar con los circos más tradicionales y las costosísimas visitas del Circo del Sol. En Madrid no hay, en cambio, una sala de capacidad media para conciertos que funcione decentemente (hablo de visibilidad y sonido). A Tom Waits tuvimos que ir a verlo a Barcelona, majo.

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  5. Ay, que solo se ve lo que reluce. Comparto mucho de lo que decís: que Boadella está en una edad ya solo para pasar la gorra y no arriesgar, que el circo es triste pero es lo que ha venido en cierto modo, que lo bueno no tiene por qué ser lo popular (pienso en mis novelas... ¡¡es broma!!)

    Pero si quería hacer dos precisiones:
    La primera, curiosamente en favor de Boadella: el sarcasmo y la critica, en mi opinión, la mayoría de las veces necesita tomar partido, retratarse. Si vas a dinamitar al papa o a la Iglesia, me parece bien alinearse con la izquierda o con quien sea menester.

    La otra es que el nuevo Circo Price es un palacio que se ha construido (y se mantiene) sobre un millón de muertos (valga la tremebunda imagen) Me explico: ese local se ha construido en un patio interior que está delimitado por los edicios de la manzana correspondiente, que son anteriores a la guerra civil. Para construirlo, con su 4 o 5 pisos niveles subterráneos, han destrozado los edificios colindantes (fue obra del Galardón pte. regional),provocando fritas por los que cabía un caballo (esto no es exageración). Tuvieron que apuntalar varias fincas y a punto estuvieron de hundirse. El faraón, ante las reclamaciones de los vecinos, dijo que ¡naa, eso no es cosa nuestra!! Finalmente el defensor del Pueblo emitió undictamente diciendo que las grietas eran una causa directa de las obras y ya entonces Gallardón (alcalde) aceptó hacerse cargo del coste de los arrgelos (nunca quedara como antes de las obras). Una vez finalizada la obra, los vecinos pueden asistir al bonito espectáculo de escuchar en directo y sin pagar los rebuznos, gruñidos, rugidos, mugidos y demás ruidos que provocan los animales allí alojados (no solo de la función). Tampoco se les ha privado de los olores tan maravillosos que acompañan al circo y a sus bichitos. Incluso, si vives en el bajo interior o primero interior cabe la posibilidad de que los que acceder al circo (no va por ti, vecino) te roben las sábanas tendidas o que se las coman las cabras (si el espectáculo es de cabras, claro). Todo esto lo sé y lo veo porque conozco a gente allí (mi madre vivió en uno de sos pisos durante la guerra y mis tíos en otro de dos portales más abajo de la calle José Antonio Armona)
    Como guinda diré que la explotación del Price le fue adjudicada porque sí a la familia Aragón. Ilustres payasos.
    Dicho todo esto, añado: ¡Viva el circo!

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  6. Querido vecino: con respecto a Boadella yo he roto muchas lanzas a su favor; pero me parece que me va a costar a partir de ahora más, a no ser que sean retrospectivas.

    Lo que dices de la historia del palacio del Price es cierto y lo conozco. Lo obvié, además, a propósito porque a veces uno se cansa de dar leña. El tratamiento que se dio y se da a los vecinos es de juzgado. Esto, con ser grave, no empece mi afirmación. Se tenían que haber hecho las cosas de otra manera, desde luego, y se debería solucionar a satisfacción de los perjudicados. Exageras en cuanto a lo de los animalitos, por lo menos en cuanto a su frecuencia.

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  7. Vecino, no exagero un pelo. Cuando hay bicho se les oye y se les huele (imagina la ropa tendida que aroma coge).
    Bien es cierto que afortunadamente, etse circo, como todos, cada vez tiene menos animales. es más, este Price, con el tiempo, quedará para sala de concierto o similar.
    Lo sé porque mi mujer tiene su despacho ene sa calle y algunas de las ventanas dan al patio donde esta la carpa (por llamarla de alguna manera porque su forma es la de una central nuclear).
    Ignoro si los presuntos rebuznos molestan para dormir porque mi mujer solo está en horas de oficina.
    Creo que los circos (como los estadios de fútbol) deberían construirse en espacios más abiertos por no decir en las afueras de las ciudades, y no encajonados en un patio de vecinos.
    Todo esto no obsta para que una vez perpetrado el crimen se pueda disfrutar de los espectáculos que se programen en el Price

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