Así estamos, como niños que temen las sombras y no pueden dormir porque todo rincón ofrece su cara más terrible. En la luna se dibuja el siniestro perfil del Hombre de Arena, que llega sigiloso con su polvo de muerte para cegarnos y arrancarnos los ojos. Pero nosotros, que amamos soñar, también queremos ver.
El hombre de arena
Y hemos visto al cuervo ciego ennegrecerse por la superstición y la ignorancia de los hombres antes de aprender a decir: “Nunca más”.
La leyenda del espantapájaros
Cuando la realidad se convierte en una pesadilla sentimos la tentación de aislarnos de su contagio en un sueño que concuerde con la razón. Pero la razón también produce monstruos, sueñe o no sueñe.
El fabricante de pelucas
El Hombre de Arena (1991) es fruto del genio de Paul Berry, quien colaboró con Tim Burton en Pesadilla antes de Navidad (1993). Tiene más de Hoffman que de la leyenda inglesa que dio origen a la famosa canción de The Chordettes y nada que ver, por favor, con el supervillano de la Marvel. El corto fue nominado al Óscar en 1992.
El fabricante de pelucas (1999) de Steffen Schäffler fue nominado a los Óscar en 2001, el año de Gladiator. En el corto colaboró la empresa barcelonesa Grangel Studio, que más tarde echó una manita a Tim Burton en La novia cádaver (2005). Está basado en Diario del año de la peste, el relato de Daniel Defoe. No es su menor mérito contar con la voz de Kenneth Branagh en la locución. Si nos damos una vuelta por las sinopsis que aparecen en la red, dan ganas de volver a espeluznarse con las secuencias finales y buscarse una peluca con que ahogar o sofocar la risa: que nosotros sepamos, el año 1665, en que se desarrolla la historia, poco tiene que ver con la Edad Media.
La leyenda del espantapájaros (2005) de Marco Besas obtuvo varios premios; entre ellos, el Méliès de Plata en el festival de Fantasporto de 2006. Puso la voz nuestro inefable Sancho Gracia.
Tres cuentos crueles para las largas noches de invierno. Volemos con las cenizas del espantapájaros al país de los sueños. Ya encararemos mañana la faz de la pesadilla que se envuelve en la apariencia de lo normal y lo razonable.
Uff...vaya tres historias...
ResponderEliminarDejando de un lado el que las historias sean afines a mis gustos personales, que no es poco, hay que reconocer que son de una sensibilidad desbordante, cada una a su manera.
Si la primera me encantó porque me hizo recordar la extraña sensación que uno tiene de pequeño respecto a las percepciones de ruidos y sombras en la noche, la segunda y la tercera consiguen con el clima que crean y la excelente animación transmitir mucho más que la historia despertando un torrente de sentimientos.
Geniales.
Cierto: son muy buenos.
ResponderEliminarTenemos especial afición a las historias de espantapájaros; así que el de Besas es nuestro favorito.
Sólo he visto la primera historia, voy sin tiempo... Y es casi-demasiado-cruel... Como las otras dos sean así... Vale, verás como paso la noche...
ResponderEliminarPues son más o menos, impresionable Gato. Te puedes hacer una idea, aunque vaga, leyendo los textos que han preparado al alimón los mellizos: Cypher con la mano izquierda; Oulipo no se sabe con cuál.
ResponderEliminarLos mellizos me dicen, además, que uno de los próximos vídeos tiene como narrador a un gato.
Pues Frankie insiste en terminar de ver los cortos de Burton del otro día, solo que el pobre, por razones parecidas a las del que maullaba, necesita verlo de día y con una buena dosis de risas después. Conste que no le torturo, tiene una divertida inclinación hacia esos temas.
ResponderEliminarFelicidades, chicos, imagino que en especial a Oulipo, por cómo está quedando el sitio...
Ya sólo me falta la última, y esto sigue siendo demasiado cruel... ¿A qué se debe tal sadismo?
ResponderEliminarPor cierto, ¿A qué te referias con "optimizar mi blog? ¿Footer?... Seré yo que estoy pez...
¡¡No digas eso!! Se me quitan las ganas de estudiar periodismo...
ResponderEliminarNo hagas eso, hombre, que madera no te falta. El mundo de la prensa es muy amplio.
ResponderEliminarPor cierto, "footer" es la parte inferior de un blog. No soy especialista en la materia; pero procuro enterarme de cómo funciona esto.
Ada: gracias de parte de Oulipo. Seguimos, poco a poco, en pos de una página cuya apariencia nos satisfaga. Aún le faltan algunas cosillas que todavía no sabemos hacer, porque no es nada fácil.
En cuanto a lo que dices sobre Frankie, es mejor que los niños se acerquen a la visión del mal, aun en presentación ficticia, con guía. Una de las misiones de los cuentos es precisamente la de ser una vía de acceso al mal, al dolor. Pero el niño necesita, creo, estar en una situación de relativa seguridad para no dejarse arrebatar por la fuerza de lo imaginario y confundirlo con la realidad.