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4 de diciembre de 2013

De Teobaldo Nieva a los escraches


Alejandro Sawa recuerda en Iluminaciones en la sombra al anarquista malagueño Teobaldo Nieva. Tras presentar la efímera aventura del periódico Las Escobas, que Nieva dirigía, redactaba, voceaba y repartía, como una prédica crítica del sistema que este toleraba, escribe: “Pero cátate que un día se le ocurre predicar contra los caseros la huelga de inquilinos, indicando los medios de que estos podían servirse para, al amparo de la ley, dejar incumplidos sus contratos, y entonces, por primera vez turbados y conturbados, se dieron cuenta los guardianes del Arca de que el enemigo estaba dentro de la fortaleza. Teobaldo conoció entonces la pesadilla eterna de los éxodos forzados, y la de la sed y la del hambre, que no debían desvanecerse ya nunca jamás en el transcurrir doloroso de su vida”.



Téngase en cuenta que, ya desde los albores de las organizaciones obreras, como en otros ámbitos, se entendió el periódico como uno de los principales medios que permitían estimular y concertar esfuerzos para el desarrollo de las mismas. En este contexto ha de situarse la participación de Nieva en publicaciones que surgen al amparo de la Federación Regional Española de la AIT, como La Federación, La Solidaridad o El Condenado. La cita de Sawa apunta, además, al paso de la teoría a la práctica o, si se prefiere, de las proclamas ideológicas a las propuestas de acción directa. Entre estas, algunas que estaban vinculadas más a las condiciones de vida que a las condiciones laborales, como la huelga de inquilinos.


Ahora, entrados ya en el siglo XXI, contemplamos con cierto estupor reivindicaciones y acciones semejantes, pues no cosa muy distinta significan las paralizaciones de desahucios y los escraches. Sin embargo, hay diferencias palmarias. Asumido, consciente o inconscientemente, el fin de las ideologías –las de la clase trabajadora, se entiende- o, en plan Fukuyama, el fin de la Historia, por parte de los trabajadores, los movimientos ciudadanos, sin referentes que los articulen o conecten con las raíces de los problemas que los provocan, están a merced de los guardianes del Arca de la llamada democracia liberal. Como en otros, para el caso que nos ocupa y ponemos de ejemplo, llámese huelga de inquilinos o lucha antidesahucios, los cancerberos del pensamiento único tienen las llaves del diluvio o de la caja de los truenos. Pregúntenle ustedes, por ejemplo, a Fernández Díaz.

4 comentarios:

  1. Cada día estoy más convencido de que lo único que puede cambiar las cosas es la acción directa (en vista e que no somos la India), que tengan miedo esos guardianes del Arca. A fin de cuentas esa es la única forma en que se han producido los avances. La Revolución Francesa y la guillotina fue la máxima expresión de la civilización.

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    1. Lo cierto es que el futuro es muy incierto. Espero que no se tenga que llegar a tanto, y que todo esto se pueda arreglar medianamente de alguna forma...

      Saludos, pareja.

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    2. Paco: no voy a discutirlo. Pero no me negarás que hay, como digo en el artículo, una diferencia muy sera entre cómo se concebía antaño la acción directa y cómo se desenvuelven hogaño algunas acciones directas.

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    3. Ay, Juanjo, a veces llego a pensar que la única esperanza está en la desesperación. Observa que, desde el XIX, los episodios que podemos calificar de "más progresistas" han durado relativamente poco: de dos a seis años o siete.

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