Dice un bocarrana:
“Nos miran en Écija”.
También en Botswana.
El de la gomina:
“Nos miran en Arcos”.
Y, bajo el felpudo,
Nos miran los charcos
De trola asesina
Del otro barbudo.
Con tanto mirar,
Peste de preboste,
Caca de cacique,
Derraman sin coste
Para su folgar
Miseria sin dique.
Tremendo poeta está hecho Juan Carlos...
ResponderEliminarBesazzzzo y lindo fin de semana guapo!!!,
Gracias.
EliminarBuen 'finde'.
Ni siquiera la música de Kimiko Ishizaka, resarce del sentimiento de asco y tristeza que destilan tus versos. Reconozco, no obstante, la fuerza que imprimes en ellos.
ResponderEliminarCon estos autoproclamados 'hombres de bien' no soy capaz de encontrar medias tintas, salvo, quizá, en los escritos de El libro gordo de Mariano. Hay poca belleza en estos hijos de Caín o, mejor no la veo, y su humanidad, más allá de que sean de carne y hueso y, además, seres pensantes y sintientes, es más que discutible.
EliminarEspero que no lo hayas tomado como una crítica, todo lo contrario. Entiendo perfectamente un malestar que sabe trasmitir a la perfección el asco que sentimos muchos.
ResponderEliminarYa, Teresa.
EliminarEstaba dándole vueltas a lo mismo de otra manera, con el peso o, si prefieres, el resquemor de verme empujado a escribir de esta manera y no de otras con demasiada frecuencia. Puedo abstenerme, obviamente, pero no quiero.
Me sumo a vuestro asco.
ResponderEliminarSaludos.
Mientras no nos pongamos todos a potar a la vez...
EliminarSaludos, majo.
¡¡Que poto!!
ResponderEliminarNo, es que uno pota solo con verlos por la tele, vecino. Tú no tienes la culpa si alguno echamos la papilla.
Están siguiendo el guión a rajatabla para hundirnos. Y no me vale el consuelo de que los pobres de otros país más ricos comienzan a hundirse también. Creo que deberían comenzar a aplicarse las recetas de san Expedito, el patrón de la Acción Directa. Hay que defenderse, joder.
Bueno, si el poema sirve de emético, tampoco me voy a quejar.
EliminarHay que defenderse, claro. Pero no es una tarea individual, me temo.