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1 de julio de 2012

Apariencias

Me dice el compañero de barra que soy un ingenuo, un idealista. Que la señora de la basura tiene un Mercedes y al de los cartones no le falta nunca uno de vino ni un pitillo que echarse a la boca. Condesciendo, entonces: no es descartable que la apariencia esconda a un pícaro. El compañero de barra asiente complacido y aprovecha el paso de un ángel para ir a cambiarle el agua al canario.

El compañero de barra vuelve trastabillando. Me reprocha que no haya estado atento a la pantalla, pues pocas cosas hay, aparte de la familia y la salud, de tanta importancia como el partido para un trabajador honrado como él. Pero, como le caigo simpático, quizá porque parezco ingenuo o idealista, a pesar de lo mal que van las cosas, me pagará la caña, me invitará a otra y pedirá otro cubata, el cuarto, para brindar por la victoria, dice mientras le quita la goma al fajo que le abultaba en el bolsillo.

10 comentarios:

  1. ¡Qué listo el compañero de barra!

    Podía repartir él pare de su fajo, quizá nadie tendría que buscar por la basura...

    Saludos.

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    1. Me temo que hay bastante gente así, Juanjo. La solidaridad y la justicia, solo con el dinero de todos, pero no ahora, que estamos muy mal por vivir por encima de nuestras posibilidades.

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    2. Pues yo siempre he vivido como ahora, apretándome el cinturón...

      Saludos.

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    3. ¡Y yo, y yo!!! pero tiene razón Juanjo, total por quitr del fajo unos billetitos... seguro que ni lo notaaría
      Besazo enorme a los dos y linda semana amigos,

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    4. Caray. A ver si vamos a ser todos delgaditos...

      Un beso, Ross.

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  2. Cuando se trata de los demás, a la gente le surge un resorte en alguna parte del cerebro que le bloquea el razonamiento, como si cerrara la puerta a alguna visita incómoda.

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  3. Anónimo2/7/12, 3:10

    Yo siempre he pensado, y creo que alguna vez te lo he comentado, que las personas son egoístas por naturaleza. Incluso cuando hacen algo por los demás, lo hacen por sentirse bien con uno mismo... Yo no creo que haya gente por ahí que da sin pensar en recibir... La solidaridad no existe... Son los padres, como diría alguien a quien un día conocí, y cada vez le creo más. Perdóname por haber tardado tanto en dejar constancia de mi paso por aquí, pero ya sabes que últimamente ando liado. Buenas noches. Un abrazo.

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    1. Demasiado generalizar, Jhony. De todas formas, el relato no se centra en la solidaridad, sino más bien en lo contrario.

      No tienes que excusarte, rocker, por aparecer o no por aquí.

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  4. Siempre me ha gustado hablar sobre lo NO está. ¿Qué le voy a hacer? Soy así de extraño.

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