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25 de junio de 2012

Vermes

Aplanados y pálidos como tenias, anillados como lombrices, con vistosos y urticantes pelos o colores extravagantes como orugas, todos estaban en la caja, fría y brillante como la piel de una cebolla seca, formando un hervidero de sálvese quien pueda y eso es mío, excepto los tímidos, aquietados en el fondo y pegados a la pared, y los más rebeldes, en continuo sube y baja de la base al borde.

Entonces, por orden del director del proyecto, se vaporizó repetidamente la gusanera con la esencia secreta.

Al cabo de una hora, las sabandijas mostraban los gloriosos colores, rojo y gualda, de la bandera patria bajo diversas, sorprendentes, creativas, magníficas formas: en estrías, bandas y rayas de todo tipo, a lunares, a rombos, en espirales dobles y triples...

Si no hubieran sido criaturas mudas, habríase dicho que cantaban o gritaban al unísono y a compás del movimiento rotatorio que las embargaba, ajenas al drástico racionamiento de la manduca.

6 comentarios:

  1. Interesante forma de veerlo... me gusta.
    Te acabo de dar tres puntos en bitácoras, cuando es la primera persona que voto siempre le dan 3 puntos aunuqe tenga más...
    Beno Juan Carlos besos y linda semana mi niño.

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  2. Todo pasa y todo queda / pero lo nuestro es pasar... Ya lo decía Antonio Machado, lo nuestro es pasar: pasar haciendo caminos / caminos sobre la mar.
    Pero no siempre se cumple esa premisa poética y habrá que asumirlo o intentar emprender con más garbo el camino iniciado.
    No tiene uno por qué sentirse un gusano pudiendo ser un pájaro.

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    1. O mariposa.

      El caso es que no sabría situarme en el contexto de la ficción: ni necesariamente en el punto de vista del narrador, de ninguna manera en el del director y, como larva, diría que en este caso tiendo al daltonismo y a ver el rojo un poco morado.

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  3. ¡Jajajaja! Había visto comparaciones con rebaños de diversas especies, pero nunca como una gusanera. Joder, eso si que da asco. Muy original y muy acertado.

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    1. Muchas gracias, vecino.

      La verdad es que no encontraba mejor camino para la sensación de asco. Y, si quieres, también sensación de compasión no sé si infinitesimal. Pocas vidas son tan precarias como las de muchos insectos.

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