Frente Democrático de Izquierdas. Fiesta de la Unidad. Madrid, 29 de mayo de 1977
Recuerdo que, muerto ya el dictador, pero no la rabia, en fechas cercanas a las elecciones de 1977, se podía ver en algunos escenarios de Madrid a un tipo simpático, guitarra en ristre, al que apodaban "El Gorila". El apodo le venía, si no recuerdo mal, de uno de los números fuertes que formaban parte de su repertorio: “La danza de los orangutanes”, del conjunto, así se solía decir también entonces, Desde Santurce a Bilbao Blues Band.
Si la memoria no me falla, la última vez que disfruté de las habilidades de "El Gorila" fue en una fiesta del Frente Democrático de Izquierdas. Recuerden, a su vez, los mayores y sepan, por su parte, los no tan mayores, que en 1977, mientras que los valedores, muñidores, turiferarios, corifeos y sátrapas del aparentemente extinto Movimiento campaban a sus anchas (díganlo, si no, los abogados de Atocha, por poner un ejemplo), algunos partidos a la izquierda del PCE no estaban aún legalizados y tuvieron que optar, por tanto, entre el pacto con otras formaciones de izquierda de las comunidades autónomas llamadas “históricas” o crear, para el conjunto del estado español, coaliciones con agrupaciones menores que, en el fondo, fueron el germen, la inspiración o el precedente de Izquierda Unida. Fue el caso del Partido del Trabajo de España y el FDI.
Como no está en mi intención perpetrar un “¿Qué pasó con...?” (igual más de uno o de una, si lo leyera, se sonrojaba, incluido el que firma, o se reía a lo Josep Piqué desde su sillón de Vueling o desde el que le espera, con los brazos abiertos, nunca mejor dicho, en Gas Natural), sino airear, por lo menos, mi educación sentimental, vuelvo a la canción de marras.
“La danza de los orangutanes” era el cuarto corte de Vidas Ejemplares, disco publicado en 1973 por la banda mencionada arriba. Al frente del grupo, mutación de Las Madres del Cordero y heredero, por tanto, del espíritu sarcástico del espectáculo Castañuela 70, figuraba Moncho Alpuente. La letra de “La danza..”, que firmaron Alpuente y Jorge Krahe, decía o dice así:
Antropoides con corbata
y otros con el pecho lleno
de cacharros de hojalata.
Antropoides humanoides
con tendencias esquizoides,
grandes monos con cartera,
gorilas con cartuchera.
¡Pobre Darwin, si viviera!
¡No vive! ¡No vive! ¡No vive!...
Tecnócratas platirrinos,
grandes monos asesinos,
chimpancés consumidores
y mandriles entre flores.
Ahora es un mono gibón
quien preside la reunión,
y promete... -¿Qué promete?-
...aumentar los cacahuetes.
Maniii
Veinte monos con diarrea
reunidos en asamblea,
discutiendo con desgana
el déficit de banana.
Monos que dirigen cine
o fabrican calcetines.
Chimpancés aficionados
al estudio de mercados.
Orangutanes cantantes
de ritmos elucubrantes
y monas de exportación
que van a la Eurovisión.
Cuadrumanos que, a su vez,
hacen todo con los pies,
mientras que el mono desnudo
sufre la ley del embudo.
La humanidad oprimida
por mil simios homicidas,
y Tarzán que no hace nada
por evitar sus monadas.
Nada, nada, nada, nada...
Llevado, quizá, por una afición excesiva o desmedida a la alegoría, iba a decir algo así: “Parece mentira que esto se escribiese hace más de treinta años”. E iba, quizá para reírme un poco de los creacionistas o, si lo prefieren, llevado por una inclinación, no menos exagerada o desproporcionada que la otra, a los juegos de palabras, a barajar “evolución”, “involución”, “revolución”, “regresión” y otras semejantes. Pero, como no quiero abusar de la paciencia de ustedes, lo dejo aquí, en la esperanza de que decidan, por su cuenta y riesgo, dedicar un rato de regocijada meditación al asunto. Se recomienda, para ello, desconectar el televisor.
Nota: La imagen de cabecera procede de la galería de la página www.pte-jgre.com (Asociación por la Memoria Histórica del PTE y la JGRE). Está publicada con una licencia Creative Commons.
Es para salir corriendo sabiendo cómo tantos dieron tanto para tan poco.Esquilmados por la mentira de aquellos que nos decían conducir a lo mejor hemos llegado al mismo sitio de partida.
ResponderEliminarLa mentira del ropaje y del dialecto nos lograron atrapar aunque bien sabiamos que eran los mismos que habían intentado el hechizo.
No es involución ni regresión.Es la mentira que siempre ha andado carcomiendo los más nobles ideales vendiendo muñecos de trapo para mayor gloria del supermercado y sus tenderos
Impresionante letra vigente. Voy a reflexionar. La ocasión lo amerita.
ResponderEliminarBesos, ya pensadores
Seguro que de aquellas nieves vinieron estas arriadas, me refiero a otro grupo de crítica social que también pasó de puntillas en general (censurados generalmente en emisoras tanto públicas como privadas excepto por su presencia en una película española), los Def con Dos.
ResponderEliminarDe ellos, entre otras muchas fantásticas letras, añado esta que me parece como venida al pelo:
"Tus monsergas".
"¿Qué fué de las palabras? ¿Qué fué de las ideas
que escuchábamos atentos en tus charlas de taberna?
Recuerdo las horas que pasaba boquiabierto,
alucinando bellotas con tus razonamientos.
Y cómo convencido abracé esos ideales,
sellando el compromiso con un pacto de sangre.
Aún guardo aquellos textos que me fotocopiabas
y los comunicados que hiciste que firmara.
Fueron años duros de lucha y compromiso,
donde los camaradas eran más que los amigos.
Nos jugábamos el cuello defendiendo la utopía
de que hablabas con detalle en los libros que escribías.
Pero con el tiempo confirmo mis sospechas
de que no te crees ni tú las mentiras que cuentas.
Fuimos socios para el barro, pero no para la gloria.
Mientras yo me lo curraba tú ponías la boina.
Ahora te has reconvertido en un digno diputado
y vienes a pedirme el voto al albergue del jubilado.
Nunca, nunca, nunca,
tus monsergas, nunca más.
Nunca, nunca, nunca,
discursitos, ni uno más.
¿Hasta cuándo, hasta cuándo?
¿Hasta cuándo me la vas a seguir clavando?"
Puede que tengas razón, Felipe, y no haya habido evolución real ni cambio en lo fundamental y que, por tanto, vivamos en la mentira y que otros vivan de ella.
ResponderEliminarCarmen: todo con moderación, no sea que te salga humo.
Dezaragoza: me dice Cypher que los Def con Dos son ya de los ochenta, aunque sigan en activo y que en Radio 3 se les podía oír. Aunque es cierto que, como en caso del llamado "rock radikal", en general los medios no les dieron cancha. El discurso de la canción que propones es más directo y duro. Dejando aparte el caso de Javier Krahe, cuyo hermano estuvo en Desde Santurce, en el ámbito de, digamos, el pop y del rock nacional, en sentido amplio, los que más cerca estuvieron del espíritu de la hueste de Alpuente fueron los Cucharada y los Paracelso (con el Gran Wyoming). Con la "movida" en curso, algunas letras de Siniestro Total (que tienen que ver bastante con los comienzos de Def con Dos) y, en tu tierra, aunque más cercanos a La Trinca y más frívolos, los Puturrú de Fuá. En todo caso, el aporte es bueno.
Lo que tiene llegar tarde y ser tan nuevo :-)
ResponderEliminarDe la lista que mencionas conozco lo más recientei, además de Krahe, Def con Dos, por supuesto, Siniestro Total, La Trinca y pensaba que yo era el único que oía a Puturrú de Fuá :-)
A Wyoming ya le conocí sobreviviendo como podía cantando lo de "tramperos de Cunnecticut"
En cuanto al fondo de la cuestión también me parece como a Felipe, que es la misma mentira de siempre que parece que se esconde y en cuanto la gente se relaja se vuelve a extender por doquier.
Salu2
Ay, Markos, ¿te acuerdas?:
ResponderEliminarMi mamá me mima,
mi mamá me ama,
yo amo y mimo a mi mamá.
Los Cucharada han salido en este blog hace un tiempo. Si no recuerdo mal, en algún artículo que dediqué a letras reivindicativas del rock nacional de los 70.
Desconocía la canción que mencionas. Ciertamente tiene vigencia hoy día. En aquellas fechas se decían cosas más interesantes en las canciones que ahora. Y más atrevidas. Vamos cuesta abajo camino de un conservadurismo cada día más radical. ¿Imaginas que cualquier grupo puntero (popular, diría para ser más exacto)de hoy día presentara estas letras? Ya ni Krahe. Lástima.
ResponderEliminarHombre, Francisco: un grupo puntero, no. Aunque no faltan en ámbitos minoritarios o alternativos. El que cita el maño es una muestra. También hay algunos bastante conocidos, aunque no sean punteros: ¿quién no conoce a los Ska-p? Esto no contradice, desde luego, lo que dices del conservadurismo, asunto, por cierto, que requiere estudio.
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