Yo no sé si toda guerra es civil, como dice la Choni. Tampoco estoy seguro, tronco, de que sea justificable el empleo de la fuerza o de la violencia cuando se han agotado otros recursos, en especial contra la tiranía, como asegura Cypher. A mí siempre me han repugnado las armas, macho.
Sea como sea, supongo que una cosa es verse obligado a combatir por la razón o la sinrazón que sea y, otra, disfrutar apretando el gatillo y apuntando a todo lo que se mueve a lo Aldo Raine. Esto es lo que parece sucederle al boina roja de “The Luger Story”, un corto dirigido por un tal Maziar Lahodi que ha quedado finalista en la última edición de los premios de The Doorpost Film Project.
Sea como sea, supongo que una cosa es verse obligado a combatir por la razón o la sinrazón que sea y, otra, disfrutar apretando el gatillo y apuntando a todo lo que se mueve a lo Aldo Raine. Esto es lo que parece sucederle al boina roja de “The Luger Story”, un corto dirigido por un tal Maziar Lahodi que ha quedado finalista en la última edición de los premios de The Doorpost Film Project.
El caso es que la película me ha rayado un poco. ¿Tú cómo lo ves, tío?
El corto es muy bueno pero me deja mal sabor de boca.Jamás la violencia.¡Jamás!
ResponderEliminarYo creo que toda guerra es incivil. El corto, brutal. ¿La violencia? A veces está justificada. Y hasta se logran cosas con ella.
ResponderEliminarAy, Felipe, tendrás que decirlo más alto, porque ahora estoy más con lo que dice mi vecino Francisco y mi heterónimo Cypher.
ResponderEliminarFrancisco: vale, admitido el prefijo.
Me destroza la violencia. Me ha costado el corto. Brutal, tío. También me ha rayado... ¿se dirá así?
ResponderEliminarBesos
Carmen: no me queda claro. Los chavales dicen "rayar". El DRAE da "rayarse" como sinónimo de "enloquecer" en las Américas; y "rallar" como sinónimo de "fastidiar".
ResponderEliminarA mí también me ha "rayado". Pero me ha gustado. Saludos
ResponderEliminarEstoy con vosotros, desde luego; sobre todo con la aportación que introduces en la entrada, de no justificar en ningún caso la violencia. Recuerdo cuando los primeros atentados de ETA, que aplaudíamos, seguro que yo aplaudí también, pero ni en ese caso hemos de justificarla que luego corremos el peligro de acostumbrarnos a utiliarla cuando no obtenemos respuesta por las vías naturales.
ResponderEliminarNo me ha rayado la película. La realidad es la que me raya.
Un abrazo
Es que es para "rayarse" un poco, Juanjo.
ResponderEliminarTambién a mí me raya la realidad, Froilán. Pero hacemos otra o quizá acabemos medio locos, quizá no de cogerle gusto al gatillo, sino de despotricar en vano.