Ya puede el jefe empeñarse en reconducir este espacio. Siempre habrá un resquicio, una rendija, una grieta, un poro, por los que meter la cuchara cargadita de miel o de hiel.
¿Quiere versos, tratamiento literario? Sea.
¿Ha ido usted ya al abrevadero?
Diga si sirven de cerrajas;
si, después de pintar los odres
y tras mearse en los lagares,
hay algo más que sumidero.
Maldito sea el tabernero
que brinda sobre los pellejos
y nos bendice el aguachirle
para alcanzar la hidropesía
y nunca el don de la ebriedad.
¿Quiere versos, tratamiento literario? Sea.
¿Ha ido usted ya al abrevadero?
Diga si sirven de cerrajas;
si, después de pintar los odres
y tras mearse en los lagares,
hay algo más que sumidero.
Maldito sea el tabernero
que brinda sobre los pellejos
y nos bendice el aguachirle
para alcanzar la hidropesía
y nunca el don de la ebriedad.
No sé por qué me da que esto tiene mucho que ver con lo que ha sucedido hoy en la cañí
ResponderEliminarY digo yo si Quevedo por aqui pasaría, a buen seguro a gusto estaría...
ResponderEliminarCarpe Diem
Dí que sí, Luis, no te dejes apocar, que nos gustan tus incursiones.
ResponderEliminarLa de hoy, me da la misma sensación que a Paco.
Saludos.
Huy: me pilláis leyendo vuestras intervenciones unos días después, de manera que ahora me resulta difícil remontarme al 17. Coincidencia, pues el poema tiene tres o cuatro días de trabajo. Es algo más general, si queréis.
ResponderEliminarGracias, Adolfo, por la comparación, que me viene grande. Y por el pareado. Cierto es que el poema tiene un regusto conceptista.
Ya te digo. Me conformo con ir tras vuestros pasos.
ResponderEliminarPor cierto,no sé si te ha comentado algo Paco sobre "Libro Virtual". A ver si tienes ocasión y le comentas que te lo explique.
Gracias, Froilán.
ResponderEliminarEfectivamente, Paco me ha hablado de "Libro Virtual". Puede que haga uso del servicio.