Estaba soñando, soñando que el Día Internacional de los Derechos Humanos no se acababa. Iluso de mí... La noche cierra y necesito un poco de fuerza para que el sueño no rinda las suyas al hastío, para no volcar en esta página otro vómito.
Recuerdo ahora a un muchacho que sólo Dios sabe, si es que existe, cuánto sufrió por ser diferente. Ahora es un hombre joven a quien he visto trabajar ayudando a otros. Recuerdo que nos dejábamos discos. Yo le prestaba, por ejemplo, cosas de comienzos de los ochenta: Echo and The Bunnymen, Killing Joke... Él, a cambio, me acercaba a los noventa con L7, Placebo o Hole. Hablando de la fascinación que le causaba Courtney Love, me preguntó si tenía algo de Patti Smith. Por aquel entonces, esta señora acababa de publicar Gone Again. El compacto, recién estrenado, y una caja que contiene los discos anteriores pasaron meses en poder de Guillermo. “Me he meado de gusto”, me dijo cuando me los devolvió.
En la caja de Patti Smith está Dream of Life. En Dream of Life hay una canción titulada “People Have the Power”. Es lo que me piden ahora las neuronas. Poco me importa que Smith apoyase a Obama en las elecciones del año pasado, aunque sería interesante saber qué opina ahora.
LA GENTE TIENE EL PODER
Estaba soñando, soñando
Con algo luminoso y justo.
El sueño se rompió,
Pero algo de él permaneció
En forma de valles brillantes
Donde se percibía el aire puro,
Y mis sentidos revivieron.
Me desperté gritando
Que la gente tiene el poder
Para redimir la obra de los necios.
Llueven gracias sobre los mansos:
Se ha decretado que la gente manda.
La gente tiene el poder...
Los aires de venganza cayeron bajo sospecha
Bajando la cabeza como si oyeran.
Los ejércitos dejaron de avanzar
Porque la gente estaba atenta.
Los pastores y los soldados
Yacían bajo las estrellas
Compartiendo visiones
Y dejando que las armas
Se convirtieran en polvo
Bajo la forma de valles brillantes.
Con mis sentidos renacidos
Me desperté gritando:
La gente tiene el poder...
Donde había desiertos
Vi fuentes
Cuyas aguas parecían crema.
Paseamos juntos por allí
Sin ridiculizar ni criticar.
Y el leopardo
Y el cordero
Yacían juntos abrazados.
Estaba esperando, esperando
Recordar lo que he descubierto.
Estaba soñando, soñando,
Dios lo sabe, una visión más pura.
Como me entrego al soñar,
Te confío mi sueño.
La gente tiene el poder...
...El poder de soñar, de decidir,
De combatir el mundo de los necios.
Se ha decretado que la gente manda.
Se ha decretado que la gente manda.
Escucha:
Creo que todo lo que soñamos
Puede suceder si nos unimos.
Podemos cambiar el mundo,
Podemos revolucionar la Tierra.
Tenemos el poder,
La gente tiene el poder.
Disculpen los lectores la traducción chapucera. Disculpen, asimismo, que no les atienda como merecen.
Y nosotros somos gente, pero a veces se nos olvida eso, ó que tenemos el poder, por mucho que ellos se empeñen en hacernos pequeños y nosotros, quizás, en hacerles caso y creerles. A algunos (a esos) incluso se les olvida que los demás también son gente, que los demás tambien son humanos...
ResponderEliminarQuédemonos con la parte optimista de la copla.
Buenas noches, pá.
A mí el "nobel de la paz" sólo me despierta decepción, y es una decepción creciente.
ResponderEliminarLa canción preciosa. Las disculpas no tienes ni que dárnoslas, estás disculpado.
Buenas noches.
Bella canción, y bello sueño... quizás los sueños se cumplan el dia que todos los soñemos.
ResponderEliminarCarpe Diem
Mi mayor ánimo, en la medida de mis fuerzas, que también están menguadas estos días.
ResponderEliminarUn abrazo
La gente tiene el poder. Lección olvidada que hay que volver a enseñar de una vez. Aunque sea a hostias.
ResponderEliminarQuedémonos con ella, Kir, y cantémosla de vez en cuando.
ResponderEliminarJuanjo, Adolfo: es un himno. Aparte de que Patti Smith es una de mis preferidas.
Froilán: ánimos tengo muchos, pero no los encuentro. Ánimo para ti también.
Dezaragoza: claro que sí. Ocurre que la lección se olvida muy a menudo y hay que empezar por aprender el abecedario.
Creo que la gente sabe de sobra que tiene el poder. Cada cual el suyo, cada cual una pequeñita pieza de una máquina que funciona cuando se juntas esas pequeñas piececitas.
ResponderEliminarEl problema es que es más cómodo quedarse en casa y que lo ejerzan otros por nosotros. So muy de vez en cuando, muy de vz en cuando, el poder es tan estúpido que nos saca del adocenamiento para rugir un poco, como ha sucedido en Murcia.
Bueno, mucha gente apoyó a Obama con la esperanza de que hiciera algo notable. Yo tenía cierta esperanza. Iluso. No espabilo.
ResponderEliminarLo que sí que es cierto es que el poder lo tenemos nosotros, sólo hace falta narices para usarlo.
Salu2
Ya te digo, Markos. Con respecto a Obama, no te voy a llamar iluso por tener una ilusión.
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