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23 de febrero de 2009

Frankenstein


Sobre una imagen de Playingwithbrushes


5 comentarios:

  1. Gran idea. En particular, creo que lo recordaré en esos momentos (espero que pocos y efímeros) en los que uno no puede evitar arrepentirse de cierta decisión tomada o, simplemente, cuando se reprocha a sí mismo no haber hecho lo que se tenía que hacer, al final y al cabo, me diré: "Un monstruo que ya no será, por milagro o condena, nuestro espejo."

    Un saludo, Juan Carlos.

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  2. Yo soy esa criatura. No sería yo sin las cicatrices del alma (y alguna del cuerpo). Supongo que soy un Frankenstein cualquiera. El monstruo.

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  3. Creo que todos podemos sentirnos identificados en esos bonitos versos

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  4. Me he emocionado. Tengo los ojos llorosos. hoy no es el día. un abrazo.

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  5. Muchas gracias a todos. Es muy gratificante leer que mis versos puedan emocionar.

    No había pensado, Pablo, tanto en una propuesta como en una descripción o análisis del producto de la memoria. Y es que un texto se cumple y enriquece en la lectura.

    Somos, efectivamente, Dezaragoza y Francisco, un poco ese monstruo en tanto en cuanto se forma con nuestros pedazos. Ahora me viene a la cabeza la frase de Rimbaud: "Je est un autre."

    Santi: a time to live, a time to die, a time to cry, a time to laugh... Estamos hechos de esa pasta. A capear el temporal. Otro abrazo.

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