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21 de febrero de 2009

El marxismo según Juan Alberto Belloch


Dice el alcalde de Zaragoza que ningún marxista culto puede oponerse a que un cabildo ponga el nombre de una persona de mérito probado a una calle. El mérito de José María Escrivá de Balaguer estriba, asegura Belloch, en ser santo.

Dejando a un lado el desprecio que este señor hace de los marxistas de su partido y de otros que se han opuesto a su ocurrencia, nosotros, que no somos marxistas, salvo, quizá, de la rama Groucho, pero hemos leído algo, siempre hemos creído que el marxismo aborda, tenga o no razón, la realidad desde un punto de vista respetuoso de la ciencia. Nosotros, que quizá no seamos tan cultos como don Juan Alberto, porque, entre otras cosas, no nos pediría el cuerpo santiguarnos y rezar a la Virgen del Pilar cada vez que pasáramos por Zaragoza, nos atreveríamos a sugerir que no leyese con tanta frecuencia Camino.


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Para atenuar la no tan santa desvergüenza de que se imbuye el alcalde, no habría nada mejor que se parase a pensar en la supuesta santidad de Escrivá quitando la mano del escapulario o del crucifijo que adorna su despacho. Que la Iglesia acepte la mencionada santidad no la convierte en una verdad incontrovertible ni siquiera para quien tenga fe. Íbamos a decir que basta considerar la celeridad y la oscuridad con las que el barbastrino fue elevado a los altares para desacreditar la divina ascensión. Íbamos a añadir, además, que el descrédito aumenta por proceder la canonización de un papa que, entre otras hazañas, tiene en su haber la de haber superado él solito la suma de canonizaciones efectuadas por todos sus predecesores. Mas no es suficiente: a la luz de la ciencia, los milagros de Escrivá son una chapuza perpetrada por interesados miembros de la Obra. Más que santo, el fundador del Opus fue un santurrón.

Para atemperar, tarea imposible, la santa coacción y la santa intransigencia que parecen guiar los pasos de un alcalde que impone el crucifijo en toda ceremonia municipal y pretende obligar a toda la corporación a asistir a las fiestas religiosas, las únicas que considera como solemnes, no habría nada mejor que el señor Belloch leyese durante un buen rato lo que gentes huidas de la Obra escriben. En Opuslibros podrá encontrar, por ejemplo, la carta que Escrivá envió a Franco en 1958 felicitándole por la promulgación de los Principios Fundamentales del Movimiento.

Comulgue el señor Belloch, si quiere, con ruedas de molino. Y cabalgue sobre un crucifijo por el camino que lleva al Pilar. Y olvide lo que dijo Carlos Marx: “La religión es el opio de pueblo.” Temblad, ay, zaragozanos.


6 comentarios:

  1. A ver. No estoy de acuerdo en absoluto con lo de Santurrón. Se os olvida que su más renombrado milagro es convertir al Opus "D'ells" en una organización poderosa, muy muy poderosa, con personajes influyentes (quizá el mismo Belloch, o algún allegado suyo) en todos los resortes del poder de España, pero también en Italia y Sudamérica. ¿No hizo Cristo algo parecido? ¿Con 7 panes y los escaditos logró alimentar a 4000 personas en Galilea. Pues Escrivá levantó un Imperio con nada... Hizo a la Iglesia más poderosa de lo que había sido 50 años antes y, pese al avance del laicismo, lo sigue siendo. Eso es un buen milagro para que en su secta lo tengan como un Santo. El problema es confundir a los ciudadanos, pues si culturalmente hay un apeguo al Catolicismo, Oficialmente y económicamente, no lo debería haber y ni mucho menos poner el nombre de una calle a un sinvergüenza. Ea, abrí el camino

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  2. Sigamos el Camino, hermanos. Yo pienso como Santi. es pájaro sinvegonzón el tal Sanjosemari. El problema de Belloch es que le da carta de naturaleza al Vaticano al aceptar sus decisiones a la hora de enviar a la gente a los altares. A mi me la suda que el Vaticano haga santos a todos los muertos en la Cruzada. Es su club y en su club privado que hagan lo que les parezca. Es como si el Real Madrdi decide que nombra presidente de honor a Raúl. Pues vale, tu mismo. Lo que me jode es que pongan el nombre a un lugar público de un tiparraco que no lo merece porque ha sido el creador de una secta alienadora del hombre (y mucho más de la mujer) que tima, que engaña. Solo falta que le saquen sus andanzas personales, quizá nos encoentremos a otro Maciel (el Legionario de Cristo, que era un pedazo de hijo de puta y dentro lo sabían).
    Resumiendo: belloch acepta que ser santo ers un título importante cuando quien expide ese título es una organización perversa, arcaica, fascistoide y retrograda, que en la nómina de sus santos tiene a verdaderos genocidas, como San Cirilo y su tío San Teofilo, anmos patriarcas de Alejandría.

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  3. Como maño que emigró hace un año de España (exiliado que otros me dicen que no utilice) te diré que es más que probable que tamaña ocurrencia se le ocurriera al falso socialista bajo los efectos del alcohol. Es vox populi que el señor alcalde no solo se refugia en la sacristía para calmar su atormentada y doliente alma del duro ejercicio del liderazgo, sino que también lo hace con espirituosos calmantes. Con semejante historial llegas tarde al aviso a los zaragozanos que, conociendo por completo la historia se limitan a elegir entre mal y peor. Porque historias para no dormir te contaría de cualquiera de los partidos que pretenden el poder en mañolandia, regionalistas, nacionalistas o estatales. Al final son el mismo perro con distintos collares. Y así le va a la ciudad y por ende a la comunidad, que donde se podría tener todo se tiene apocamiento y desesperación. Pero buen artículo, como siempre.

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  4. No sé qué le pasa a Blogger con los scripts que salimos todos con la misma foto. En fin.

    Santi: considerado el asunto desde esa perspectiva, tienes mucha razón. Si le doy vueltas, cambiaría ahora el nombre por otro que con él rima. Muy bueno lo de Opus D'Ells. Es lo que tiene ser políglota o, por lo menos, bilingüe.

    Francisco: exacto. Que muevan lo que quieran el hisopo y se flagelen; pero que no salpiquen con la sangre ni nos atufen con el incienso.

    Dezaragoza: seguramente tienes razón. Y es que el vino de consagrar (yo he visto en alguna sacristía 501) puede causar estragos. Sin embargo opino que no es buena idea elegir el mal. Si no hay nada mejor en Mañolandia, es que algo va peor. Y quien dice Mañolandia, podría decir, claro, Mandril, como leo en un blog de lo más estupefaciente que de vez en cuando visito.

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  5. A ver, sed un poco comprensivos con el Juanal...
    Y poneros en su lugar, e intentad calzaros a la Soriano...que viene de la COPE...
    Comprended que el hombre tenga que hacer méritos para ir un poquito más allá del misionero...jejeje

    "Dos que duermen en el mismo colchón son de la misma condición"

    Salu2

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  6. Bienvenido, Markos.

    Añades un dato más. Si ya decía yo que olía demasiado a sacristía.

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