Otro menos avisado que él hubiera creído que estaba soñando o que Pilar, la exuberante camarera del café de la esquina, le había echado algo raro al cubata. Pero lo cierto es que la no menos opulenta bosta cayó del cielo a gran velocidad y aterrizó sobre buena parte de su traje nuevo.
Nadie más en el barrio oyó el horrísono mugido, aunque tampoco se atrevió a negar la evidencia: lo que decoraba su hasta entonces impoluto y flamante terno no era otra cosa que caca de vaca.
La policía, le decía ahora el psiquiatra, seguía investigando en qué clase de negocios podía estar metido. Así que era mejor que confesase, si es que tenía conciencia de lo que se jugaba, añadió mientras arrojaba con delicadeza insectos que se enredaban en el bigote de la rana que se solazaba en el terrario situado junto a la puerta del despacho.
Nadie más en el barrio oyó el horrísono mugido, aunque tampoco se atrevió a negar la evidencia: lo que decoraba su hasta entonces impoluto y flamante terno no era otra cosa que caca de vaca.
La policía, le decía ahora el psiquiatra, seguía investigando en qué clase de negocios podía estar metido. Así que era mejor que confesase, si es que tenía conciencia de lo que se jugaba, añadió mientras arrojaba con delicadeza insectos que se enredaban en el bigote de la rana que se solazaba en el terrario situado junto a la puerta del despacho.
Ahora sólo falta que las equipen a las vacas voladoras, con un pico afilado y ya tienes unas buenas gaviotas, de esas que graznan como locas y no hacen nada más que robar peces, defecar sin ton ni son encima de sus acólitos y rapiñar todo lo que se presenta por delante; eso sí, sin parar de graznar para despistar del estropicio que arman.
ResponderEliminarSalu2
Tiempo al tiempo.
EliminarEn cualquier caso, tenía una idea más universal a la hora de escribir el relato. ¿Habrá sido por llamar Pilar a la camarera?
Yo creo que esas vacas cagonas no tardarán en aterrizar sobre nuestros hombros (si no lo han hecho ya) para que carguemos con ellas, que les rsulta más cómodo que mover sus pezuñas.
ResponderEliminarTiempo al tiempo.
EliminarVaca que vuela no sé si necesita mover pezuñas.
Así ha sido. Nos cayó de golpe, sin avisar. Hemos sido la diana perfecta y, además, los culpables de lo sucedido.
ResponderEliminarLa culpabilidad es relativa y, si me apuras, proporcional.
Eliminar¿Tú has vivido por encima de tus posibilidades, como dicen? Yo, no.
Se me olvidó poner la palabra #ironía al lado de la frase. Lo siento.
ResponderEliminarNo lo sientas, Teresa.
EliminarContaba con la ironía, pero no podía desaprovechar la ocasión de decir algo para quien se pudiera tomar la frase en serio.
Por desgracia nos han salpicado a todos con esta caca de la vaca. Y creo que estas manchas son de las que no salen fácilmente. Puede que estemos décadas para limpiarno, si lo logramos...
ResponderEliminarSaludos
Probablemente, Dino.
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