Una vocación de ruina corre por las ramblas. Las aguas siembran adioses que invitan a refugiarse en lechos menos expuestos a borrascas fatales o veniales resacas. Entre las sábanas, en los besos, algo quema: azufre que arde en el sueño, caminos que conducen a puentes rotos, a ferias enloquecidas.
También pasa esta tristeza. Bastará, quizá, una chispa, el arco que trazan unos labios, para olvidar que en algún rincón el dolor se aplasta contra la tierra humillada, como el barco de papel que ahoga su singladura en el sumidero.
Prohibirse mirar abajo, hacia lo que corre. Y desoír las sirenas anegadas en cielos de plomo y los fanales que estallan en aullidos de salitre. Mientras, se abren los paraguas y la acera asordina los pasos, a la espera del oropel que sigue a la lluvia, el vagido de la luz encapsulada que silba entre rejas invisibles.
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También pasa esta tristeza. Bastará, quizá, una chispa, el arco que trazan unos labios, para olvidar que en algún rincón el dolor se aplasta contra la tierra humillada, como el barco de papel que ahoga su singladura en el sumidero.
Prohibirse mirar abajo, hacia lo que corre. Y desoír las sirenas anegadas en cielos de plomo y los fanales que estallan en aullidos de salitre. Mientras, se abren los paraguas y la acera asordina los pasos, a la espera del oropel que sigue a la lluvia, el vagido de la luz encapsulada que silba entre rejas invisibles.
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Eres la persona que más me hace utilizar el diccionario, jejeje
ResponderEliminarPero bueno, me gusta, por eso vengo.
¡Feliz viernes!
Vecino, cada día eres más oscuro. Espero que no tenga una correspondencia con tu estado de ánimo. Alégrate que viene el finde.
ResponderEliminarDinojuanjo: gracias.
ResponderEliminarFrancisco: depende de los días. El poema sale de una combinación de imágenes de lluvia y de una especie de pesadilla que tuve hace unos días. De la pesadilla surge el primer enunciado. Luego todo fue, aparte de corregir, hilvanar musicalmente palabras e ideas, pues la base material del texto es la aliteración. Algo, más o menos, semi-automático. El caso es que en lo personal, en lo íntimo, estoy bien. Es lo que viene de fuera, como la lluvia, lo que escuece quizá. ¿Oscuridad?: ¿por qué no? Cada vez me fastidia más el buenismo que veo en muchos lugares de la red, el encogerse de hombros y el trazar círculos que se completan sólo en soluciones personales. También, esa falsa claridad de expresión que no se corresponde siempre con claridad de ideas ni, ay, tampoco con claridad o diafanidad de expresión, sino con tópicos maquillados, cuando no edulcorados y torpe escritura.
Me alegro del finde, claro. Debería bastarme y aun sobrarme; pero no me basta.
El poema y la música se combinan perfectamente. Y has vuelto a conseguir que mi estado de conciencia cambie. Una vez más. Gracias, son pocos los que lo consiguen.
ResponderEliminarCaray, Dezaragoza, qué bonito. Gracias a ti, hombre.
ResponderEliminarEntre la profundidad de tus palabras y la intensidad de la música, me has dejado removida... Está bien, son buenas las sacudidas
ResponderEliminarUn beso
Gracias, Carmen.
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