Una ventana cerrada
Un agujero caliente
En que la vida se pudre
Un agujero dormido
Ante los llantos que cruzan
Y escarnecen el silencio
Una vida señalada
Por el orden de lo práctico
Y el éxito de lo inútil
La calma de la rutina
Los aplausos del silencio
Que vuelve la espalda al llanto
Lo que queréis Lo que sois
Un agujero caliente
En que la vida se pudre
Un agujero dormido
Ante los llantos que cruzan
Y escarnecen el silencio
Una vida señalada
Por el orden de lo práctico
Y el éxito de lo inútil
La calma de la rutina
Los aplausos del silencio
Que vuelve la espalda al llanto
Lo que queréis Lo que sois
PS.: Para quien quiera escuchar, mientras lee, la música sin mi voz, sin susurros ni algarabía...
Joder, vecino, no me acojones
ResponderEliminarCoincidimos con la vena poética en este día de jueves.
ResponderEliminarLa tuya más estilizada, más profunda. Todavía estás a tiempo de preparar un cuaderno donde se viertan estos y otros versos tuyos que, sinceramente, tanto calan.
Francisco: no es mi intención acojonar a nadie. El trabajo es como una purga. Algo necesario para continuar.
ResponderEliminarGracias, Froilán. Como me dé por divulgar mis textos con este tipo de montajes, no sé en qúe cuaderno van a caber.
¿cambiando el aceite al alma?
ResponderEliminarComo escarpias los pelos,oiga
Carpe Diem
Eiiiiiiiiiiiii Yo ya comenté. ¿Otra vez se me van los comentarios al traste? Ayerme pasó lo mismo. Jops!! Decía que por una vez y sin que sirva de precedente, te he entendido a la primera porque me siento exactamente igual y tengo vivencias parecidas con resultados idénticos y algo más... Un abrazo
ResponderEliminarSanti escucha cacofonias ¿no debería hacérselo mirar?
ResponderEliminarEsto no son cosas que se puedan escuchar de noche con la casa a oscuras.... ¿Y si aquello que soy, no lo quiero? ¿Entonces no soy? O_o
¡Tengo tu voz , pobre alma en desgracia!
La música no acompaña al texto, sí, acaso, a mi mente y su desliz constante
Un abrazo de hija putativa (UAHP)
Jo... Yo que quería conocer tu voz,le he dado al play tan feliz y he comenzado a leer, hasta que he leído que no estaba tu voz, jejeje
ResponderEliminarEl poema cercano y genial.
Saludos.
:O
ResponderEliminarY el maestro nos vuelve a dejar algo suyo. Aleluya.
ResponderEliminarComo escarpias. Pero no por la música, que también, sino por el texto. Menuda bofetada. Cualquiera duerme ahora -ya las tres de la mañana- después de haber escuchado y leído esto, pero no por la música, que también, sino por el texto: menuda bofetada.
ResponderEliminarHERMOSO POEMA... EBRIO DE VERSO Y CANTO...
ResponderEliminarUN ABRAZO...
Un poco tarde para corresponder a vuestras palabras...
ResponderEliminarAdolfo: algo así, algo así.
Santi: el comentario está, creo, en el trabajo anterior.
Kir: cargamos a cuestas con lo que somos, nos guste o no. Si no nos gusta, ¿podemos cambiar?
Juanjo: la voz está en el primer reproductor. Gracias.
Anna: ¿sorpresa?¿susto?
Gracias, Dezaragoza. No sé si habrá más ocasiones para hacer algo así.
Bienvenida, Blanca. Gracias por tus palabras.
Míster: espero que hayas podido dormir. Es tan sólo un poema. Gracias.
ResponderEliminarLe dí al que no tocaba... ¡Pues allá voy!
ResponderEliminarHombre, Juanjo, si ya lo leíste...
ResponderEliminarAh y encantado de conocer la voz del maestro.
ResponderEliminarLlego tarde...muy tarde...pero nunca es tarde si el escalofrío es bueno. Es lapidario.
ResponderEliminarTus alumnos góticos tienen que estar disfrutando de lo lindo con esta obra. Yo también.
Un abrazo
Gracias, Markos. Tengo algún alumno heavy y bastantes a los que les gusta la rumbita, el bakalao o el hip-hop. En uno u otro caso, me parece que hace tiempo que no se asoman por aquí.
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