Algo golpe
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Algo golpea y los cristales estallan. Un fulgor roto, mortecino, de plumas, un envoltijo piafante. Un vómito de sangre por las escamas aferrado al tallo de lo que suena como un grito.
Los cristales sobre el vientre. Plumas envueltas en escamas, restos de enlucido como trozos de una cruz por la espalda.
El ruido cesa y ve su rostro deformado en el cristal de la mesa. Pero los papeles vuelan y no hay ya cristales en la ventana, sino una oquedad abierta a la noche de grúas.
El ruido cesa y ve su rostro deformado en el cristal de la mesa. Pero los papeles vuelan y no hay ya cristales en la ventana, sino una oquedad abierta a la noche de grúas.
Algo ha caído sobre papeles y teclas. Tinta de muerte, ya estás aquí. Relájate.
Alguien cierra la ventana cuando el brillo de las grúas hiere los ojos de la multitud. La pared es llanto o sofoco de garras que buscan escapar del recuerdo de un murmullo erizado de pelos.
No estaban aquí, relájate, cuando cerró la ventana de un golpe y el lazo, tinta o vómito, empezó a caer lentamente desde el techo.
Algo golpea contra la pared. Afuera parece que se oyen restallidos, campanas o la ríspida llamada del muecín. Afuera.
Alguien cierra la ventana cuando el brillo de las grúas hiere los ojos de la multitud. La pared es llanto o sofoco de garras que buscan escapar del recuerdo de un murmullo erizado de pelos.
No estaban aquí, relájate, cuando cerró la ventana de un golpe y el lazo, tinta o vómito, empezó a caer lentamente desde el techo.
Algo golpea contra la pared. Afuera parece que se oyen restallidos, campanas o la ríspida llamada del muecín. Afuera.
¿Más ajusticiamientos legales por aquellas tierras?
ResponderEliminarTodos somos afuera. Y es hora de entrar.
ResponderEliminarCarpe Diem
Tremendo. Lo que hay que hacer es abrir la ventana y gritar, gritar fuerte para que se nos oiga, avergonzar a esa multitud que se relame disfrutando de semejantes espectáculos. La llamada no es solo a los dirigentes que aplican esa justicia de mierda, sino a toda la gentuza que aplaude y hasta se excita (seguro) con algo así. Pueblo enfermo.
ResponderEliminarNo sé qué decir, señores, salvo que fue bastante duro escribir esto.
ResponderEliminarDezaragoza: sí, así es. La foto aparece en una información sobre ejecución del 15 de noviembre. El día anterior fueron ahorcados dos jóvenes. Dos días después, una mujer y dos hombres. Ayer, otro joven de 23 años. No puedo con tanta soga, joder.
Adolfo: o de salir, como sugiere Francisco.
Yo te digo, que sería duro, pero que lo haces de cine.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que de tanto leer atrocidades, Juanjo, casi veo visiones.
ResponderEliminar"Aquí estas", pero yo te veo en muchos sitios.
ResponderEliminarEs una lucha perdida frente a ellos. Pero como bien he leído en otros blogs, acaso sirva para despertar conciencias.
ResponderEliminar¿No es un poder la prensa? ¿Y la Iglesia?
Dice Paulo Coelho: "Si el camino es muy difícil, procura oir a tu corazón. Procura ser lo más honesto posible contigo mismo, mira si realmente estás siguiendo tu camino, pagando el precio de tus sueños".
El camino emprendido es difícil. Creo que hemos sido honestos con nuestros principios y nuestro sueño no ha terminado.
Por 20 minutos me he olvidado de la fiebre (nótese que lo has puesto difícil y además estoy bajo para entender todas las palabras y bajo para soportar las noticias de sopetón que hemos ido conociendo estos días)
ResponderEliminarTengo miedo que alguna de esas personas sean los chicos de la lista... O que sean los próximos ahora que los ayatolás han retomado su sed de sangre y su deseo irrefrenable de no cambiar, de seguir fieles a la crueldad de un "Dios" cruel que sus mentes mezquinas inventaron para justificar su odio. Las grúas iranís están ya dentro, no se puede cerrar la ventana para refugiarse en la rutina. Hay demasiadas grúas. Hay demasiada sangre. En la Embajada se merecen que una grúa les remueva sus cimientos. Aquí no deberían existir representatntes de un país criminal. España debería suspender sus relaciones con países criminales. Besos
Anna: no soy ubicuo. Hago lo que puedo.
ResponderEliminarFroilán: frase por frase. Esta es de Ángel González: sin esperanza; con convencimiento.
Santi: es un texto un poco automático. Salió casi de una tacada, de modo que no hay tanto que entender como sentir y dejarse llevar. Claro qque las grúas están dentro. No creo que ninguno de los ejecutados sea ninguno de los jóvenes por que temes. Los nombres de los conocidos no coinciden. El delito del que se les acusa a la mitad es posesión y consumo de drogas. La otra mitad: asesinato, robo y violación de mujeres. Son casos diferentes. Lo que más se puede temer depende de lo que entendamos, si es que es cierto lo que dice, en el dichoso tercer párrafo del de IRQR.
El corazón encogido. Anoche vi Rigoletto (un regalo de cumpleaños) y, cuando al asesino a sueldo se le propone un plan alternativo y éste dice "yo soy fiel", pensé en los verdugos iranís, en esa gente muerta que prepara "el escenario".
ResponderEliminar¿Cómo puede toda esa gente asistir a la muerte? No quiero relaciones con ese país, no en mi nombre.
Un abrazo, Juan Carlos.
Ay, Mister, esta gente vive en la Edad Media. De modo que necesitan, aparte de siglos para evolucionar, unos cuantos y buenos empujones.
ResponderEliminarSigo sin entender qué hace toda esa gente ahí, mirando e, incluso, aplaudiendo. Más trabajo aún me cuesta comprender por qué son estos energúmenos, o sus ideas, quienes mueven los hilos del mundo.
ResponderEliminarHay que seguir avanzando y , así, tarde o temprano, venceremos.
Perdón por el retraso. Escribes de lujo, por cierto ;)
Kir: esa gente es un misterio. En ellas y ellos está la posibilidad de cambiar las tornas, cuando quieran darse cuenta.
ResponderEliminarNunca es tarde si la dicha es buena. Gracias.