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8 de septiembre de 2008

Posesivos

Cuando de comunicar o hablar con otros se trata, da grima contemplar lo extendida que está la idea de "todo vale", y esto sucede por acción y por omisión. Una cosa es que nos hagamos entender atropellando nuestra lengua, y otra, muy distinta, que con eso baste. Supongamos que se nos cae un botón de una camisa que nos gusta mucho. Supongamos que no queremos vestirla así. ¿Qué hacemos?: ¿pegamos el botón, lo cosemos o compramos otra?

Entre los solecismos que abruman o mancillan la camisa, ya no tan blanca, de nuestra patria, perdón: de nuestro idioma, parece más un botón pegado que recosido el maltrato que reciben los adjetivos o determinativos posesivos en algunas expresiones. Es abuso muy extendido, hasta el punto de que puede oírse y, seguramente, leerse en hablantes o escribientes competentes, en teoría, como son maestros y profesores.




Quien haya estudiado algo más que las cuatro reglas debería saber, desde edad temprana, que los adverbios son palabras que no admiten género ni número y que, por lo tanto, no pueden ser modificados o complementados por otras palabras que concuerden, erradamente, con ellos. Si vamos al caso que nos ocupa, es incorrecto, por mucho que se entienda, decir: “Está detrás tuyo” o “detrás tuya”. Los adverbios, y no todos, sólo han de emparejarse con adverbios de cantidad o sintagmas precedidos de preposición. De este modo, los ejemplos anteriores entrarían decorosamente en el ojal de la siguiente manera: “Está detrás de ti”.

“Al lado tuyo” es otro ejemplo. Un recosido en el que el botón baila sobre el hilo o ha quedado un poco fuera de lugar. “Al lado” va en camino de lexicalizarse en la locución “al lado de”. Como sigue en ese camino, el hablante común recuerda que “lado” es un nombre y que los nombres se modifican, entre otras palabras, con posesivos. Pero el hablante olvida que no son posibles todas las combinaciones de los posesivos con otros determinativos. En “un amigo tuyo” o, si se prefiere, sin precisar contexto, en “un lado tuyo” es razonable y pertinente la combinación: digamos que no mancha la camisa. Ahora bien, en “al lado tuyo” sobra el artículo, llamado determinado. Lo correcto es decir, como cantaban Jarabe de Palo: “a tu lado”.

Aprendamos, pues, a coser; para cantar ya habrá tiempo.


Fuente de la imagen: Wikipedia.


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